Las inversiones en los mercados de valores se realizan con la lógica finalidad de alcanzar unas buenas rentabilidades financieras que deberán superar notablemente las ofrecidas por activos financieros cuya inversión esté orientada a la renta fija. Cuando se plantean dichas inversiones es adecuado e importante fijarse bien en la evolución histórica del valor elegido o el índice seleccionado para ver su comportamiento pasado y realizar el cálculo técnico que pueda intuir su desarrollo futuro.
Pero una cosa es verificar y entender los comportamientos pasados de las acciones de una empresa cotizada en Bolsa o cualquier índice bursátil a través del estudio de sus gráficos y otra muy distinta será cometer el error de permitir que movimientos pasados o errores cometidos en las inversiones anteriores nos condicionen a la hora de “analizar fríamente” las operaciones financieras a realizar. Por todo ello, hoy para nuestros pequeños y medianos inversores vamos a conocer distintos aspectos negativos que les pueden afectar en el momento decisivo de optar por participar en los mercados o por el contrario, deshacerse de la inversión por la consecución de sus objetivos financieros.
ERRORES AL INVERTIR MIRANDO HACIA ATRÁS
- Permanecer anclado a las noticias pasadas: De nada sirve para una decisión inversora acertada quedar sujeto a las noticias producidas en el último movimiento anterior del mercado. Los hechos políticos, bélicos o financieros acaecidos hace semanas, no tienen porque repetirse en un periodo temporal cercano y el pasado solo sirve de referencia para diseñar una adecuada futura estrategia inversora.
- Recordar obsesivamente la operación anterior: Sobre todo si esta última fue negativa para sus intereses, cuando se supone que el inversor pretende seguir invirtiendo su capital destinado al efecto con el fin de conseguir plusvalías futuras. La “venganza de una pérdida anterior” no es la solución acertada para proceder a volver a invertir, por lo que a cada operación, se le debe prestar su tiempo y estudio necesario olvidando la anterior inversión errónea.
- No asimilar intelectualmente los ciclos bursátiles: Los mercados en sus movimientos están sujetos a las tendencias – alcista, lateral o bajista – por lo que es necesario que el inversor sea consciente de en qué momento se encuentran a la hora de proceder a invertir. Es muy necesario recordar que tras los fuertes y eufóricos movimientos especulativos alcistas alentados por “las manos fuertes”, suelen venir importantes correcciones de precios que generan en la opinión pública la sensación de pánico generalizado y solo la templanza de ánimo, el estudio y la preparación, les puede orientar de manera apropiada para “no actuar de forma borreguil” lo que supondría inexorablemente pérdidas para sus inversiones.
- Considerar eternas las tendencias: Suele ser un error muy habitual para los inversores menos experimentados pensar que la tendencia actual del mercado – sobre todo si es alcista – nunca acabará o por lo menos en un plazo cercano. La creencia inversora influenciada y alentada por los medios de comunicación sobre las excelencias de un mercado alcista, son el anticipo seguro del fin de un ciclo bursátil, por lo que el riesgo de pérdidas financieras se acentúa gravemente para los intereses de los inversores noveles.
CONSEJOS PARA LOS INVERSORES
A la hora de tomar la decisión de invertir en cualquier activo financiero, realizar la maniobra de mirar hacia atrás nos puede llevar a perder la perspectiva adecuada a la situación actual del mercado, con sus beneficios y riesgos existentes de los que dependerán nuestra propia operativa. El pasado como bagaje de experiencia inversora es muy útil y nos ayudará a evitar situaciones de excesivo riesgo o salir de una acción alguna sesión antes de que caigan sus cotizaciones, pero nunca deberá condicionarnos el momento presente hasta el punto de no ser disciplinados en nuestra operativa inversora prevista.
Si realizamos una venta anticipada de algún producto financiero y éste sigue subiendo en su valor en las sesiones siguientes – cosa que suele ser muy habitual en el mercado – nunca se deberá considerar un error por parte del inversor, ya que lo peor que se puede hacer en la operativa de una cartera de inversión es la gestión impulsiva derivada de “las modas” o incluso llegar a la situación psicológica negativa de “bloqueo e inoperatividad por miedo al fracaso”.
Recordemos que como en la vida, también en la inversión: “Agua pasada no mueve molino”… ¿Le suena haber visto alguna vez esta situación?
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La frase elegida para este artículo dice así: “Me gustan más los sueños del futuro que la historia del pasado”, Thomas Jefferson.