No es fácil ver cómo las caídas de la Bolsa se llevan un parte de nuestras inversiones, pero las situaciones de crisis son periódicas y es necesario que aprendamos algunos mecanismos para sobrellevarlas.
En primer lugar, es importante que pongamos las cosas en perspectiva y mantengamos la humildad. Tanto durante los desplomes bursátiles del 87 como en la actualidad, es fácil pensar que está vendiendo “todo el mundo”, cuando en realidad cada acción que se vende –tanto si el vendedor es un particular como si es un fondo mutuo – es comprada por otro particular o institución. Si yo vendo, significa que otro está comprando. ¿Tenemos razones para pensar que quién está al otro lado de la transacción es menos inteligente que nosotros?
Cuando se producen movimientos bruscos en el mercado, tanto al alza como a la baja, es fácil que escuchemos a los expertos dando su opinión sobre qué hacer y qué no, pero probablemente el mejor consejo no es hacer algo en concreto, sino mantener nuestras posiciones con una actitud lo más racional posible. En el juego de la inversión, las emociones normalmente son el enemigo.
Nunca perdamos de vista que si todos esos expertos pudieran predecir de forma regular el comportamiento de los mercados para poder entrar y salir en el momento oportuno, no pasaría mucho tiempo antes de que se hicieran extremadamente ricos. Pero, ¿quién está a la cabeza de este tipo de listas? Warren Buffett, que es conocido por ser un inversor a largo plazo.
Sin embargo, el mejor sistema para resistir los vaivenes del mercado es asegurarnos de que tenemos una cartera equilibrada. Cuando un tipo de stocks están teniendo un buen comportamiento, es tentador aumentar su peso en nuestra cartera, pero debemos tener en cuenta que las bajadas en cualquier tipo de acción son normales y hasta predecibles. No hay nada de extraño en ello. El propio Buffett hace una analogía entre las alzas y bajas de los mercados y el paso de las estaciones: es inevitable que llegue el invierno, y tenemos que estar preparados para afrontarlo.
En una cartera equilibrada, los bonos de renta fija nos ayudan a tener un colchón cuando la Bolsa está cayendo, e incluso nos proporcionan los medios financieros para reequilibrar nuestra inversión de acuerdo con el plan que tengamos preestablecido, incluso en momentos como este en los que sabemos que pueden avecinarse mayores caídas. No es bueno que nos creamos capaces de batir al mercado.