Cuando los mercados de valores alcanzan cotas de máximos históricos, los “pequeños y medianos inversores” o aficionados a la inversión pueden llegar a creer que la apuesta bursátil es una forma rápida y fácil de ganar dinero, desconociendo por tanto, los peligros financieros y riesgos monetarios que han ido pasando muchos inversores anteriores, en el transcurso de dicha subida de cotizaciones hasta niveles de gran altura.
La verdad es que en esos momentos de euforia en los parques, es difícil mantener la mente fría y el ánimo templado ante lo que se nos presenta como panacea del mundo de las finanzas y más aún cuando algún familiar, amigo o “enemigo”, nos enseña las suculentas plusvalías alcanzadas en pocos meses por la anterior adquisición de títulos de empresas cotizadas en Bolsa. Son días de felicidad inversora, confirmación de aciertos, consolidación de autoestima y por qué no decirlo, una sensación de creerse estar ante una preparación excelente para seguir “viviendo de esto” varios años más, hasta hacerse con un capital importante que nos pueda servir para el “retiro”, especialmente si éste se puede producir a una edad prematura que nos deje disfrutar muchos años de un alto nivel económico.
EL EJEMPLO NORTEAMERICANO
Siempre es sabido que los Estados Unidos de Norteamérica quizá sea la cuna del capitalismo más radical, por lo tanto, sirva de ejemplo un concurso que se celebra allí llamado: “El Juego de la Bolsa” – Stock Market Game – que está a cargo de la Fundación y Asociación de la Industria de Valores y Mercados Financieros. El concurso lo han jugado ya unos 13 millones de estudiantes desde que empezó en el año 1977.
El certamen donde participan más de 700.000 estudiantes de los 50 estados de la Unión, está compuesto por equipos que con su “inversión virtual” llegan a obtener “ganancias virtuales” que superan las rentabilidades de los índices más representativos de los mercados USA, como pueden ser: el Dow Jones, Nasdaq, SP500, etc.
Todo es un ejercicio financiero de aprendizaje como una herramienta más de la enseñanza docente y sus reglas son básicas:
- Equipos de tres a cinco estudiantes.
- Capital de 100.000 dólares –virtual-
- Inversión del capital en acciones o fondos de inversión.
- Periodo para realizar el total de la inversión (10 semanas).
EFECTOS DEL JUEGO DE LA BOLSA EN USA
Cuando acaba el año y se procede al cómputo total de los rendimientos obtenidos en Bolsa por los estudiantes americanos, se producen situaciones curiosas una vez conocidos los resultados, y como ejemplo, podemos conocer que una madre de Pennsylvania cuyo hijo estaba en el equipo que ganó la versión local del famoso juego manifestó: “Tengo un fondo de inversión y estoy pensando que debería darle a mi hijo dinero real para invertir”. Otra anécdota fue que unos menores de una zona desfavorecida en Arizona consiguieron el séptimo puesto estatal, superando de esta manera al 65% de los gestores de fondos de gran capitalización americanos.
¿Cuestión de acierto?…¿Cuestión de suerte? El citado juego enseña que se le puede ganar al mercado, pero como ocurre en la realidad inversora solo lo consiguen muy pocos participantes. Es verdad que aumenta la conciencia inversora, pero sus detractores manifiestan que al ser aplicado a menores de edad esto puede incitar a la afición prematura en los juegos de azar.
EDUCACIÓN FINANCIERA DE LOS JÓVENES
Es importante que los jóvenes estudiantes a una edad apropiada vayan conociendo poco a poco la educación financiera, tan necesaria para cuando sean mayores y requieran servicios bancarios y con ello, se formarán en unos temas que les puedan el día de mañana evitar caer en trucos, fraudes, engaños o enredos financieros como los ocurridos en España estos últimos años. Sirvan de ejemplo casos flagrantes como las acciones de Bankia, participaciones preferentes, suelo de hipotecas, etc.
Por lo tanto, enseñanza financiera y bursátil…SÍ… Pero llegar a pensar muchos miles de inversores en momentos del ciclo alcista de los mercados, que todo el monte es orégano, es convertirse en candidatos a ser devorados por los mismos mercados, que les invitaron algún día a pensar que… ¡¡¡ Invertir en Bolsa era un juego !!!
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La frase elegida para este artículo dice así: “La Bolsa es un juego que consiste en ir pasando de unos a otros una cerilla encendida, hasta que uno se quema los dedos”, John Kennedy.