Es muy común para una gran parte de la sociedad actual llegar a pensar que la juventud por su falta de formación técnica y pocos recursos monetarios, es elemento y etapa humana incompatible con la inversión en los mercados de valores y todo lo referido a las apuestas financieras por la renta variable.
Pues no es así, hoy para nuestros pequeños y medianos inversores fieles seguidores de esta sección de Consejos de Bolsa, veremos como el ser joven e inexperto financieramente hablando, no está reñido con empezar poco a poco una andadura dentro de lo que es el ahorro sistemático que finalmente, se irá transformando en pequeñas inversiones. El joven ahorrador deberá realizar algunas pautas de conducta financiera de forma metódica para lograr unos rendimientos (al principio escasos) que con el tiempo, le convertirán en un potencial inversor partiendo de la base del adecuado aprovechamiento de sus primeros ingresos en el mundo laboral.
La educación financiera es primordial y nunca se debe despreciar, pero los jóvenes para empezar la buena gestión de sus primeros ingresos monetarios en nóminas y destinar parte de ellos hacia una mayor rentabilidad por su dinero será conveniente que aprendan, mediten y de manera disciplinada sean capaces de cumplir algunos conceptos básicos y atender entre otras las recomendaciones siguientes:
- Ahorra cada mes: Al principio la falta de grandes ingresos para los jóvenes es lo habitual en sus primeros trabajos al realizar labores de aprendiz, becario, sustituciones, nuevo licenciado o ingeniero novel, etc… El hecho de tener pocos recursos financieros a veces genera excesiva ansiedad por ganar de forma rápida en los mercados, arriesgando en exceso lo que ocasiona las primeras pérdidas de capital y ante todo daña el “ego emocional” del futuro inversor.
- Intenta ganar cada vez más dinero: El éxito inversor empieza lógicamente de manera inicial por el éxito profesional, que a su vez, conlleva una mayor posibilidad de aumento de ingresos mensuales y por tanto, posibilita cumplir con la famosa frase de: “El dinero llama al dinero”. Para ganar mucho se deberá invertir mucho, si los jóvenes sueñan llegar con el tiempo a hacerse millonarios mediante los mercados de Bolsa.
- Huye de la alta especulación y la propaganda engañosa: En este complejo mundo de la inversión bursátil no existen los atajos, los jóvenes futuros inversores deberán evitar caer en los muy diversos trucos y reclamos que garantizan: “Altas rentabilidades sin riesgos financieros”. Esto no existe, para ganar mucho se debe arriesgar mucho y eso es, lo que deberán evitar los inversores noveles en sus primeras incursiones en los mercados.
CONSEJOS PARA LOS JÓVENES INVERSORES
La participación en los mercados de renta variable se deberá iniciar respetando las normas básicas de precaución, formación, disciplina y respeto por la apuesta bursátil, con la idea principal de salvaguardar siempre de manera esencial nuestro capital destinado a la inversión. Para poder lograr los objetivos dinerarios cuando todavía somos jóvenes evitaremos cometer grandes errores mediante la formación previa de una adecuada estrategia y plan de inversión que favorezcan los primeros ingresos y plusvalías. Nunca deberemos superar los límites de riesgo financiero establecidos y cortaremos las pérdidas de manera radical –Stop Loss– cuando de forma negativa el mercado no lleve la tendencia alcista calculada y deseada para nuestros intereses.
Para empezar sus inversiones, los jóvenes deberán buscar acciones de empresas cotizadas en Bolsa que de manera periódica repartan dividendos en acciones para así, poder ir recibiendo más títulos varias veces al año, seguir acumulándolos y en espera de una futura subida de precios, para al final venderlos con unos mayores beneficios.
Como siempre recordamos, el cobro de dividendos en acciones puede ser muy adecuado para las primeras lógicas inversiones a largo plazo y este tipo de apuesta inversora será oportuna para entender que es posible la relación entre: “Los jóvenes y la inversión bursátil”.
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La frase elegida para este artículo dice así:
En la juventud aprendemos, en la vejez entendemos.
Marie von Ebner-Eschenbach