La Audiencia Provincial de Navarra ha ratificado su sentencia del pasado 13 de noviembre, en la que condenaba al BBVA a aceptar la dación en pago como método de resolución de la situación de ejecución hipotecaria con uno de sus clientes.
De esta forma, la entidad financiera se verá obligada a cancelar la deuda que había mantenido con su cliente, una vez embargada la vivienda, y en virtud de la actual legislación hipotecaria. La deuda ascendía a 28.000 euros, y era la diferencia entre el precio de subasta pública del inmueble y la deuda que se mantenía viva en el momento de la ejecución hipotecaria.
Con esta ratificación, tras el recurso presentado por el propio BBVA, la dación en pago vuelve a aparecer en la primera línea del debate jurídico e hipotecario, apareciendo como una de las maneras más justas de resolución de un caso de embargo hipotecario, al menos una manera de equilibrar las fuerzas entre los hipotecados y las entidades financieras.
Además, esta ratificación de sentencia aparece justo en la misma semana en la que el Parlamento español ha aceptado la creación de una subcomisión parlamentaria para debatir, entre otras cosas, sobre la posible inclusión de la dación en pago en la legislación hipotecaria española.
Una subcomisión que comenzará sus reuniones en el mes de junio y emitirá un informe, no vinculante, no antes de diciembre. Sin embargo, los dos partidos mayoritarios del Parlamento, PSOE y PP, ya han declarado sus posiciones contrarias a la dación en pago.
Esta posición contraria se fundamenta en los supuestos efectos negativos de la dación en pago, en términos de incremento de comisiones y de diferenciales, así como de reducción de la financiación máxima en los préstamos hipotecarios.
En cualquier caso, el BBVA ya ha mostrado su disposición a seguir apurando sus opciones judiciales para salir airoso de esta disputa en los tribunales y fortalecer así su posición ante el resto de clientes.
En definitiva, nos encontramos en un escenario en el que la dación en pago está muy lejos de ser olvidada y que seguirá apareciendo recurrentemente en el debate público hasta que haya una solución definitiva.