La cláusula suelo

Ahora que nos encontramos en un escenario de crecimiento del Euribor, puede que no hubiera demasiado espacio para hablar de la cláusula suelo, pero la confirmación por parte de un juzgado de Sevilla de la sentencia que ya tomara allá por el mes de septiembre, y su prohibición consiguiente para la utilización de dicha cláusula en los próximos contratos hipotecarios ha vuelto a traerla a la más rabiosa actualidad.

Y es que la cláusula suelo ha sido el caballo de batalla de muchas familias hipotecadas que veían como el Euribor seguía bajando hasta mínimos históricos, mientras que sus cuotas hipotecarias se mantenían inalteradas a partir de cierto punto, cuando comenzaba a funcionar el mecanismo de la cláusula suelo.

Muchos hipotecados se han quedado, por tanto, sin poder beneficiarse del descenso del Euribor a consecuencia de la cláusula suelo, pero bien que sufrieron el abuso de la cláusula techo cuando el Euribor se disparó hace un par de años hasta cotas realmente elevadas, pero todavía alejadas del límite superior estipulado en el contrato hipotecario.

Porque las entidades financieras se cuidaron muy mucho de fijar una cláusula suelo que marcara un tipo de interés real, alcanzable en un funcionamiento normal de la economía, pero una cláusula techo inalcanzable, a un nivel que nunca se alcanzaría salvo hecatombe sideral.

Es, precisamente, ese abuso el que provoca las sentencias judiciales en contra de la cláusula suelo, porque si la diferencia entre ambos límites fuera algo más justo es probable que los propios tribunales entendieran que se trata de un juego de riesgo para ambas partes.

Pero es el hecho de que sólo el cliente sufra el riesgo lo que provoca la situación de abuso, y la consiguiente sentencia judicial condenatoria, que aunque los tribunales de Sevilla han focalizado en tres entidades, las receptoras de las demandas, habrá que confiar en que se vaya generalizando al resto de entidades financieras de este país.

La buena noticia, en cualquier caso, es que la barra libre de los bancos y cajas ha llegado a su fin y cada vez se encuentran más cercados por los tribunales de justicia.