Según los datos que el Ministerio de Fomento, titular de las competencias estatales de vivienda tras asumir las responsabilidades del desaparecido Ministerio de Vivienda, publicó en el día de ayer, la compraventa de viviendas cayó un 40,7% durante el segundo semestre de este año 2011 con respecto al mismo período del año anterior, en lo que supone la peor caída de la historia de esta serie estadística que se comenzó a contabilizar en el año 2004.
Hasta ahora la peor caída se había producido en el cuarto trimestre de 2008, cuando la crisis comenzaba ya a hacer daño y se produjo un descenso del 34,7% con respecto al mismo período del año 2007, lo cuál queda ahora lejos tras este descenso del 40,7%. Un descenso que se une al del primer trimestre del año, del 30,4%, aunque bien es cierto que si comparamos los dos semestres del 2011 nos encontramos con un ligero incremento del 20%.
El volumen total de las compraventas de viviendas durante este segundo semestre del año 2011 fue de 90.746, mientras que durante todo el año 2011, desde enero hasta junio el número total de viviendas que han cambiado de manos ascendió a 165.286 inmuebles, lejos de los 260.243 del mismo período del año 2010 y mucho más de los más de 400.000 que cambiaron de manos en el último semestre de 2007, justo antes de que estallara la burbuja inmobiliaria.
Seguimos, por tanto, inmersos en plena crisis del sector hipotecario, una crisis que no tiene visos de recuperarse de manera definitiva porque los factores que la han generado siguen presentes en el día a día de nuestra economía, como son las elevadas tasas de desempleo, las dificultades que ponen las entidades financieras a la hora de conceder una hipoteca y la escasa rebaja de precios que se está produciendo en el sector.
Y es que desde que comenzara la crisis en el año 2008, los precios de los inmuebles se han rebajado sólo un 20%, en media nacional, lo cuál es demasiado poco para el ingente stock de viviendas acumuladas sin vender que se extienden a lo largo y ancho de la geografía española, lastrando una posible recuperación general del sector y dificultando la salida de la crisis a toda la economía.