El tiempo, un bien factible que se ha convertido en un valor prodigioso en los tiempos actuales. El tiempo, algo que pasa rápido sin darnos cuenta y que se pierde. Y es que cuántas veces decimos aquello de ¡si el día tuviera más de 24 horas! Pues realmente no hace falta, si sabemos gestionar correctamente nuestro tiempo.
Su importancia es tal que incluso se hacen cursos dedicado a ello en las organizaciones. Pues los responsables de Recuros Humanos han de dar instrucciones sobre el buen uso del tiempo y aumentar, de esta manera, la productividad de los trabajadores.
Pasar horas delante de un ordenador no quiere decir que estemos aprovechando el tiempo; es más, puede ser perjudiciar para nuestra salud mental y fisica. Una correcta gestión del tiempo se basa en organizarlo, si lo hacemos de forma correcta es posible que reduzcamos el estrés y aún tengamos un rato para ir a pasear. Pero todo esto son teorías, ¿qué debemos hacer explimirlo al máximo en nuestro trabajo?
–Priorizar tareas
Es importante apuntarnos una lista de las tareas más urgentes a realizar y de ellas saber cuáles precisan de una gran rapidez. Nos centraremos en trabajar en ellas fijándonos intérvalos de media hora, con un pequeño descanso cuando acabemos cada una de éstas. Las podemos ir tachando de la lista a medida que las vamos cumpliendo. En el descanso, es vital levantarnos y no seguir pegados al ordenador. ya dejaremos el facebook y las redes sociales para más tarde.
–¡Tengo miles de mails que contestar!
¿Sabías que una mala gestión del correo electrónico supone a las empresas una pérdida de más de 4.000 millones de euros en todo el mundo? Aquí también aparece la palabra priorizar, con la cantidad de correos que nos llegan al día. Contesta únicamente los necesarios y urgentes y destina una hora (final de la mañana o la tarde cuando nuestro rendimiento baja) para responder al resto. Cuando los respuestas a un solo mail se hacen interminables, corta con ello y sigue con las tareas prioritarias.
–Delega
Muchas veces queremos abarcar una gran cantidad de tareas y no nos damos cuanta de que no llegamos. Hacemos miles de cosas a la vez, pero ninguna bien. Estamos claramente perdiendo el tiempo. Sabemos que no siempre es posible, pero debemos a aprender a delegar funciones y no cargarnos con múltiples acciones.
–Buen ambiente de trabajo
En este punto, no nos detemos a si estamos rodeados de buenos compañeros sino de contar con un buen lugar de trabajo adaptado para realizar nuestras tareas. Es decir, debemos ordenar la mesa (si se acumulan papeles), quitar aquello que nos distraiga y dotar al lugar de colores cálidos con fuerte iluminación natural directamente al ordenador. Ello hace que sumergirnos en un buen clima apto para el trabajo y no aprovechemos mejor el tiempo. Este punto es algo personal porque cada uno sabe el ambiente que mejor le va y le responde para ser productivo.