La consultora DBK ha presentado un informe demoledor para el sector de la construcción, en el que refleja las malas perspectivas del sector tanto para lo que queda de este año 2011 como para el próximo 2012, lo cuál contradice aquellas voces que venían hablando de una posible recuperación durante el año 2012.
Y es que según los datos que DBK maneja todo apunta a que la construcción de nuevas viviendas seguirá prácticamente paralizada durante este año y el próximo, con una previsión de precios a la baja, tanto para la vivienda nueva como para la vivienda de segunda mano.
Unos datos que hablan de que las viviendas iniciadas durante este año 2011 no alcanzarán el número de 100.000 unidades, mientras que las terminadas se situarán en las 180.000 unidades. Eso sí, las casi 100.000 viviendas iniciadas para este año superarán las 63.090 que cifró el Ministerio de Fomento durante el pasado año 2010, aunque el número de terminadas será menor, ya que en 2010 ascendió a 218.572 unidades.
Para el próximo año 2012 las cifras no serán muy diferentes, ya que la consultora DBK espera una cifra de viviendas terminadas cercanas a las 160.000, por debajo de este año 2011, y un volumen de viviendas nuevas iniciadas que no debería de superar las 100.000 unidades, muy lejos de los mejores años de la burbuja inmobiliaria.
Por otro lado, DBK ha querido poner el acento también en la situación que se está dando con las entidades financieras y su competencia desleal con las empresas inmobiliarias, ya que están ofreciendo condiciones ventajosas en los préstamos hipotecarios sobre las viviendas que ellos mismos comercializan, lo que deja indefensas a las inmobiliarias que ven como una vez sí y otra también van perdiendo los pocos clientes que ya les quedan.
Además, DBK se una a la denuncia de las organizaciones de consumidores, al criticar el hecho de que las entidades financieras estén comercializando sus viviendas por encima del precio de mercado, a cambio de ofrecer mejores condiciones en las hipotecas, lo cuál está impidiendo que se ejecute el ajuste pertinente en el sector de la compraventa de viviendas.
En definitiva, la crisis del ladrillo seguirá un año más, y si nada lo remedia puede que siga ampliándose indefinidamente.