La dación en pago ha llegado al Parlamento, parecía que nunca se produciría esa situación, pero gracias a una propuesta de ERC en la que se intenta que el embargo hipotecario quede resuelto con la entrega de llaves de los propietarios a la entidad financiera, por fin se podrá debatir en el Parlamento.
Sin embargo, este hecho de que la dación en pago se debata en el Parlamento es más de cara a la galería que una realidad que pueda cobrar algo de importancia, porque el PP y el PSOE ya han mostrado su intención de votar en contra de esta propuesta, con lo que la condenarán al fracaso.
Y es que los dos partidos principales de este país siempre se han mostrado reacios a la utilización de la dación en pago, aludiendo al colapso financiero que se produciría en ese caso, ya que las entidades financieras tendrían que hacer frente a las pérdidas económicas que produciría una depreciación del valor de la vivienda, con respecto a la tasación inicial del inmueble.
Lo que no dicen o no quieren decir es que ahora son las familias las que se ven obligadas a soportar esa pérdida económica, mientras que las entidades financieras disfrutan de todos los privilegios, una situación injusta a todas luces y que está provocando el colapso real de muchas familias.
PP y PSOE, así como las entidades financieras, se defienden de la aplicación de la dación en pago sobre el hecho del encarecimiento general que se produciría en las condiciones hipotecarias, representadas en forma de comisiones y diferencial más elevados.
Habría que reflexionar como sociedad, por tanto, si estamos dispuestos a soportar condiciones hipotecarias más duras, al estilo de Estados Unidos, a cambio de conseguir la dación en pago como método de resolución en los casos de embargo hipotecario.
Lo que está claro es que el hecho de que la dación en pago llegue al Parlamento no supone ninguna novedad, ni supondrá ningún cambio, porque se limitará al paripé habitual del debate parlamentario en el que todos se justificarán, pero ninguno resolverá nada.