La tasa de morosidad de las entidades financieras cayó este pasado mes de marzo, tras seis meses de continuas subidas, situándose en el 6,148%, en contraposición al 6,226% del mes de febrero, una tasa que se reduce, aún más, si excluimos del análisis a los establecimientos financieros de crédito, comparando sólo bancos, cajas y cooperativas de crédito, quedando la tasa de morosidad, entonces, en el 6,065%.
Estos datos, ofrecidos por la página web del Banco de España, sorprenden porque la tasa de morosidad suele estar íntimamente relacionada con la tasa de desempleo, y a pesar de que marzo fue un mal mes en términos de empleo, ha sido bueno, en términos de morosidad.
En cuanto al desglose por tipos de entidades financieras, nos encontramos con que las que mejor comportamiento han ofrecido, como suele ser habitual, son las cooperativas de crédito, que en el mes de marzo ofrecieron una tasa de morosidad del 5,24%, muy inferior al 5,960% de las cajas, o al 6,263% de los bancos.
Unos bancos que han justificado estos malos datos de morosidad en el contexto de integración de cajas de ahorros con problemas dentro del entramado jurídico del sector bancario, aportando, por tanto, todos sus problemas de morosidad acumulados durante los años de atrás.
Por lo que se refiere a las cifras totales, el sector financiero español arrojó un total de 110.893 millones de euros en activos de dudoso cobro, para lo que se provisionaron 42.489 millones de euros en 2010, es decir, poco menos del 40% del total de los impagados probables.
Sin embargo, el mayor problema que se adivina con estos datos es el mantenimiento de la sequía de crédito, ya que las entidades financieras no estarán dispuestas a conceder ni un euro en forma de préstamo, ya sea hipotecario, o personal, a no ser que la solvencia del prestatario esté lo suficientemente probada.
Ello provocará que la economía española siga sin avanzar, ya que necesita claramente del crédito para poder funcionar de manera correcta y conseguir los retos que le ofrece el futuro, desde una perspectiva de recuperación económica, tenue, de momento, pero que debe de comenzar a acelerar su ritmo si quiere afrontar el año 2012 con garantías.