La persona invisible en los mercados de bolsa

En los mercados de valores existen diversos tipos de personas con funciones varias como pueden ser: brokers, gestores, intermediarios financieros, agentes de bolsa, etc. Hoy vamos a describir a una persona o entidad de la que sabemos su función, que se podría denominar como la persona invisible en los mercados de bolsa.

Como esta sección de Consejos de Bolsa no trata precisamente de temas exotéricos sino más bien del terrenal mundo del dinero y la inversión orientada a los “pequeños y medianos inversores”, veamos de que figura nos referimos cuando utilizamos la calificación de “invisible”.

Este personaje o personajes son los llamados “cuidadores” o también denominados “creadores de mercado”.

En el mundo bursátil se utilizan muchas palabras técnicas que difícilmente pueden entender los inversores noveles, pero otras veces se usan términos más coloquiales para que el gran público comprenda de qué se está hablando. Uno de esos términos es el de “cuidador” de un valor.

La pregunta que inmediatamente se nos viene a la cabeza es: ¿Para que hace falta un cuidador? y la siguiente sería: ¿Qué función realiza dicho “personaje”?

Bien, partimos de la base de que sin tener constancia de su existencia, su forma de operar, tras algunas consideraciones, es la siguiente:

• Los valores de bolsa no pueden cotizar sin ningún tipo de control, ya que algunos inversores podrían manipular sus cotizaciones.
• La variación forzada o manipulada de un título es más fácil en valores de poca capitalización que en los “grandes” del mercado.
• El “cuidador” se encarga de controlar que la cotización de su “protegido” discurra por los cauces adecuados a los intereses de la empresa titular.
• Evidentemente recibe órdenes de la empresa para que intente no superar o no bajar a niveles que puedan ocasionar perjuicios financieros para esta.
• Los movimientos especulativos están a la orden del día en los mercados bursátiles, ya sea por parte de otras empresas competidoras, inversores fuertes con gran capacidad de capital e incluso desaprensivos que intentan perjudicar un valor o un sector determinado.
• Nunca es bueno que la cotización se pueda ver condicionada o manipulada por alguna persona o entidad pero los mercados deben protegerse ante la insana intención de otros de desvirtuar lo que debe ser la ley de oferta y demanda de títulos, y para eso, está el “cuidador”.
• El “cuidador” se encarga especialmente de mantener la estabilidad del valor en su recorrido diario.
• Su función la desempeña utilizando una gran cantidad de títulos y de dinero -siempre de manera limitada – con la que entra y sale del mercado en función de la oferta y la demanda además de recibir ordenes precisas por parte de la propietaria del valor. (Ver artículos “La vuelta en un día” y “Tener conocimientos de bolsa”).

COMENTARIOS Y CONSEJOS:

La función del “cuidador” nos puede parecer un fraude a la libre evolución del precio de las acciones, pero sin esta figura “invisible”, las cotizaciones de muchos valores sufrirían grandes fluctuaciones y solo tendrían interés para un grupo reducido de especuladores.

Los inversores necesitamos creer que nuestra apuesta por determinado título de nuestro interés se desarrolla de manera ordenada y carente de manipulación, por lo que el “cuidador” realiza una labor no legalizada, pero útil, en situaciones puntuales de riesgo para la capitalización bursátil de la empresa.

Evidentemente el “cuidador” se encarga de maquillar algunos cierres diarios o aperturas con hueco, situando en la posición adecuada a su “protegido” y haciendo que acompañe adecuadamente al mercado, para un desarrollo normal de la tendencia vigente en ese momento.

Por último debemos saber que el “creador de mercado” suele trabajar para la propia empresa (vía equipo propio o filial) especialmente en las grandes corporaciones. Las empresas más pequeñas suelen utilizar para esta función a sociedades de valores. (Visitar esta eficaz y económica plataforma de contratación, con periodo de prueba gratis).

Como de costumbre en esta sección hoy recordamos una frase que dice así: «Aquel que deja de aprender, es un viejo tenga veinte u ochenta años. Aquel que sigue aprendiendo, se mantiene joven”,Henry Ford.

Nosotros seguiremos enseñando y aprendiendo para utilidad de lectores como usted. Esto será otro día.