¿De qué viven las compañías de seguros?, ¿cómo se estructuran sus beneficios?, ¿y realmente dónde tienen en el negocio?, ¿en épocas de muchos siniestros ello les merma especialmente los beneficios? Vemos la respuesta a estas y otras cuestiones en las siguientes líneas.
Por supuesto no se trata de entrar a analizar con lupa las cuentas de una compañía aseguradora en concreto ni de las compañías aseguradoras en su conjunto, y tampoco se trata de entrar a analizar las inversiones o las determinadas particularidades que conformen sus cuentas o sus beneficios. De lo que se trata es de hacer una radiografía fácil y simple del negocio asegurador.
Y a modo de simple radiografía decir que el sector asegurador tiene una ecuación bien simple, una fórmula que no es otra que la de ingresos por primas menos pagos por siniestros, igual a resultados de la empresa. Pero esta reducción simple y simplista de un negocio complejo no refleja la mera realidad del negocio.
Y no refleja la realidad del negocio en su conjunto, pues si bien es cierto que una compañía de seguros vive en gran parte de las primas de los seguros que tiene no vive solo de eso, del mismo modo que las únicas salidas de dinero que tiene no son las de pagar indemnizaciones por siniestros. La realidad es mucho más compleja y completa que todo ello, pero puede suponernos un buen punto de partida para entender las cuentas.
Un último apunte al respecto, y que puede suponernos una luz a la última pregunta planteada, y que cobra altísimo valor cuando vemos que suceden grandes siniestros con elevadísimos costes para las aseguradoras. Evidentemente que eso puede suponer un varapalo importante para la empresa aseguradora, pero en ocasiones no tanto como nos pensamos, pues la misma reasegura lo asegurado y así van diversificando el riesgo y mitigando los costes.