Queridos inversores, la participación en los mercados de renta variable, como casi todo en la vida, requiere al principio de un “entrenamiento” previo desde casa, mediante pruebas ficticias e inversiones virtuales –sin dinero- con el fin de determinar nuestra capacidad de acierto y evaluar los conocimientos adquiridos, para cuando llegue el momento del gran paso hacia la apuesta real en la compra de valores cotizados en bolsa.
Las primeras incursiones en el mercado bursátil suelen venir precedidas de días de incertidumbre, cálculos financieros sobre el capital disponible para invertir, estudio de los valores elegidos, análisis de gráficos para ver sus evoluciones temporales, búsqueda del bróker adecuado, noticias de actualidad sobre los mercados, lectura de páginas web sobre bolsa, post de analistas sobre el tema y un sinfín de preparativos técnicos para el seguimiento de la inversión. Una vez ejecutada la orden dada al broker sobre la compra de los valores, para el inversor comenzarán: “Las primeras experiencias en la bolsa”.
El paso ya está dado y la idea del nuevo inversor podrá oscilar entre el que piensa que como los grandes gurús…él también se va a hacer rico con la bolsa, hasta el más moderado, que pretenderá “simplemente”…conseguir una mayor rentabilidad para su capital destinado a la inversión de la que puede obtener con productos financieros de renta fija.
Como acostumbramos a comentar en esta sección, hoy para nuestros “pequeños y medianos inversores”, a efectos de aprendizaje y asesoramiento vamos a relatar algunas de las experiencias noveles más comunes – no necesariamente obligatorias– cuando se empieza a invertir en acciones de empresas cotizadas en los mercados de bolsa:
- Experiencia primera: Una vez realizada la compra de acciones puede ocurrir que el inversor novel comience a realizar operaciones sin ninguna base técnica, por lo que realizará entradas y salidas de los títulos –producto a veces de Stop Loss– que le forzarán a luchar “contracorriente” de la tendencia del valor, lo que se traducirá en pérdidas sensibles en su capital invertido.
- Experiencia segunda: Puede ser la contraria, en un alarde de “acierto novato” la inversión ha resultado todo un éxito por lo que ha generado buenas plusvalías que le hacen sentir al inversor que: “esto de la bolsa es fácil”, este error de apreciación le llevará a arriesgar cada vez mas capital, dado que su tendencia posterior puede ser en fases negativas promediar en la dirección contraria actual del valor y esto suele terminar mal al quedar “pillado en un valor” o tener que realizar graves minusvalías ante el miedo de perder todo el capital.
- Experiencia tercera: Reconocimiento por parte del inversor de que: “esto de la bolsa es muy complejo”, modestamente cambiará su visión de la inversión bursátil y pasará –si no abandona antes- a una preparación técnica más avanzada al sentirse poco capacitado para actuar en los mercados, por lo que aprenderá todos los indicadores, medias móviles, resistencias, soportes, RSI, Ondas de Elliot etc. En su búsqueda de la “piedra filosofal” que le revele cuando se debe comprar o vender en el instante adecuado.
- Experiencia cuarta: Se puede llamar a este momento personal del inversor como el de la clarividencia o asimilación, cuando éste, asume que los mercados –a veces- fluctúan de forma inesperada o volátil y solo se puede “acompañar la tendencia” ajustando su sistema operativo a los movimientos de precios en sus respectivos gráficos de valores. Esta fase deberá suponer para el inversor el cambio adecuado de conseguir tener mentalmente una estabilidad tal, que le permitirá realizar operaciones de manera “mecánica” -carente de influencias externas- con el convencimiento de que su estrategia es la apropiada y a la larga dará sus merecidos frutos.
COMENTARIOS Y CONSEJOS:
Toda inversión en bolsa lleva consigo un porcentaje de riesgo implícito ya que la variación en la cotización de los valores es casi constante, originada por noticias que les influyen y que van desde resultados operativos, reparto de dividendos, sectores económicos específicos, previsiones de beneficios, regulaciones gubernamentales etc.
La inversión en los mercados de renta variable, requiere de un proceso de formación técnica por parte de la persona que intenta acceder a ellos para conseguir los objetivos monetarios deseados, pero todavía es más importante su adaptación cerebral, anímica, estable y disciplinada que le alejará de los “ruidos del mercado” consiguiendo distinguir los datos verdaderamente influyentes y aprovechables para su interés, de las noticias interesadas que habitualmente se generan…¡¡¡ Para intentar manipular los precios!!!
(Ver artículos “La necesidad de una cartera de inversión” y “La decisión de invertir en Bolsa”).
La frase elegida para este artículo dice así: “Solamente aquellos que tengan la paciencia de hacer a la perfección lo trivial, podrán adquirir el hábito de ejecutar lo difícil con facilidad”, Fridrich von Schiller.
Nosotros en Consejos de Bolsa, seguiremos comentando y asesorando sobre economía para lectores como usted. Esto será otro día.