Las naciones árabes que están enfrentándose a revueltas políticas o guerras tienen grandes posibilidades de ver cómo sus economías decrecen este año. Sin embargo, muchos de sus vecinos exportadores de petróleo experimentarán un fuerte crecimiento y unas mayores ganancias en parte debido al alza de los precios del petróleo que las propias revueltas han provocado, según el IIF (Instituto Internacional de Finanzas).
En particular los países árabes importadores de petróleo en conjunto – Egipto, Jordania, Líbano, Marruecos, Túnez y Siria – experimentarán un colapso en su crecimiento durante 2011, con un declive medio de un 0,5%. El varapalo es aún mayor si lo comparamos con el crecimiento medio de estas economías durante el 2010, que fue de un 4,4%. En todo caso, si las revueltas cesan en los próximos meses, se prevé un fuerte rebote al alza en 2012. Las economías más castigadas serán las de Túnez, Egipto y Siria, para las que se espera un decrecimiento de entre un 1 y un 3%, mientras que el resto de las naciones del grupo tenderán a un modesto crecimiento.
Según Geoge Abed, director del departamento para África y Oriente Medio del IIF, los importadores de petróleo están ante un riesgo considerable en cuanto al descenso de crecimiento. No solo porque es poco probable que el proceso de reformas sea tranquilo y termine antes de 2011, que provocarán el retraso en las decisiones de inversión y el frenazo de cualquier recuperación económica, sino por las investigaciones de corrupción política que añadirán leña al fuego de la inseguridad en los negocios.
Estas naciones necesitarían un desarrollo rápido de planes económicos creíbles que reorganicen las legítimas expectativas de sus ciudadanos.
Mientras tanto, la previsión para la mayoría de los exportadores de petróleo árabes (excepto Libia y Yemen) es de crecimiento significativo y aumento de beneficios gracias al aumento del precio del petróleo. La economía iraquí creció un 0,9% el año pasado y debería llegar al 11% o más en 2011 y 2012.
Se espera que las economías líderes en el Golfo Pérsico – Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Qatar, Omán y Bahréin – crezcan un 6,5% de media durante 2011, lo que implica una subida de un 1,4% con respecto a 2010, mientras el precio del petróleo sube y se incrementa el gasto gubernamental. La excepción es Bahréin, que se enfrenta a problemas políticos internos, lo que ha provocado que su crecimiento pase del 4,5% en 2010 al 3% en 2011.
El IIF estima que el precio medio del petróleo se situará en los 115 $ por barril en 2011 y 110 $ por barril en 2012, en comparación con los 80 $ en los que se situó durante 2010.