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Ahora que ya habéis hecho una lista con todos los gastos que no están relacionados con vuestro trabajo, posiblemente os hayáis dado cuenta de que gastáis mucho dinero en cosas frívolas y superficiales. No te preocupes, no te voy a decir «¡DEJA DE COMPRAR COSAS FRÍVOLAS!» Todo el mundo sabe que los gastos frívolos son las cosas que corroen tus planes a largo plazo y, aun así, todo el mundo sigue comprando.
En lugar de esto, debes evaluar las áreas en las que menos te molesta recortar gastos. En cierto modo, es como una dieta: si la dieta es demasiado dura, no pasará mucho tiempo antes de que termines frustrado. En cambio, la dieta funciona cuando consigues quitarte un poquito de aquí y un poquito de allí durante el día, como no elegir el menú gigante o subir por las escaleras en lugar de coger el ascensor.
Vamos a empezar. Coge la lista de los gastos que hiciste ayer y otra hoja de papel en blanco. Lo que vamos a hacer es ir leyendo poco a poco la lista y piensa un poco sobre cada uno de los gastos. A continuación, anotaremos el dinero que creemos que podemos ahorrar a la semana en cada uno de ellos.
Esto es lo que hay que hacer. Copia el primer gasto de la lista de ayer en la nueva hoja y, después, cierra los ojos durante un minuto y reflexiona sobre este tema. ¿Gasto mucho en esto? ¿Hay alguna forma de reducir fácilmente este gasto sin sentir realmente la crisis? ¿Podría eliminar o reducir drásticamente este gasto sin sentirme mal? Ten en cuenta la razón por la que estás haciendo esto, estás tratando de tener el dinero necesario para conseguir tus sueños.
Aquí tenéis diez sugerencias rápidas sobre cómo recortar distintos tipos de gastos con un impacto mínimo. Si quieres más pasa un tiempo dándole una pensada.
- Ahorrar en energía instalando elementos más eficientes como lámparas fluorescentes, termostatos programables y regletas para la luz.
- Comprar menos libros y cogerlos de la biblioteca.
- Comprar menos música y escuchar tu colección de discos (seguro que hay muchas canciones que aún no has escuchado). En lugar de comprar un CD nuevo, busca uno viejo que sólo escuchaste una o dos veces y luego lo guardaste.
- Comprar menos ropa y elegir prendas que peguen con el mayor número posible de prendas que ya tienes en tu armario. Seguro que el negro o el blanco hace juego con más cosas que el rosa.
- Comer y cenar menos fuera de casa y cómprate un libro de recetas.
- Reducir los gastos en seguros llamando a tu compañía y pidiendo ofertas especiales.
- Reducir los gastos de tarjeta de crédito llamando a tu banco y solicitando una reducción de tu tasa de interés.
- Reducir los intereses del banco pidiendo productos que no tengan comisiones como cualquier cuenta remunerada online.
- Reducir tu factura de televisión limitándote a ver la TDT.
- Reducir gastos en coches comprando coches de segunda mano en lugar de nuevos. (En España la necesidad por tener algo nuevo es a veces ridícula)
Para cada uno de los gastos, haz una estimación realista de cuánto podrías ahorrar en un año haciendo todo esto. Haz una estimación baja, y así tendrás más flexibilidad.
Una vez que hayas hecho estas estimaciones, vuelve a escribir la lista restándole las estimaciones que has calculado para cada uno de los gastos, después divídelo por 52 para ver cuánto es a la semana. Deberías apreciar una reducción considerable de los gastos que tienes en tu vida. ¿En qué se va a traducir esto? En que a partir de ahora vas a tener más dinero para gastar en tus sueños y vas a tardar menos tiempo en conseguirlos.
Mañana vamos a ver cuánto tiempo hemos ahorrado, y lo que significa desde un punto de vista más amplio.
¡Hasta mañana!