La desconfianza en el sector bancario se ha instalado en el imaginario colectivo mundial a raíz de la crisis económica. En el caso de Europa ese recelo se hace más evidente en los países del sur, o lo que es lo mismo España, Grecia e Italia. Prueba de ello es el descenso que están experimentando los depósitos bancarios en estos países. Grecia lidera el ránking con unos depósitos totales que han descendido un 28% desde el arranque de la crisis allá por 2009 hasta situarse en los 169.000 millones de euros a cierre del pasado mes de diciembre. O lo que es los mismo, una cuarta parte de los fondos bancarios griegos se han esfumado desde el colapso de la deuda.
No parece extraño, por tanto, que el ministro de finanzas griego esté llamando a la repatriación de los ahorros que han abandonado tierras helenas. Evangelos Venizelos ha llegado incluso a apelar al “deber patriótico” para devolver al país la liquidez necesaria. Pero la mayor parte de ese dinero no ha llegado a despedirse de la acrópolis sino que permanece en cajas fuertes o “debajo de un colchón”. Es lo que aseguran los agentes bancarios helenos y el propio gobierno que, como recoge www.reuters.com, reconoció que de los 65.000 millones de euros girados desde los bancos desde 2009, solamente 16.000 millones de euros se fueron al extranjero. En el caso de España, según señala un informe de www.bloomberg.com, los depósitos descendieron un 5 % en la segunda mitad de 2011 hasta los 934.000 millones de euros, lo que supone el nivel más bajo desde abril de 2008. También las entidades italianas terminaban el año en mínimos de los últimos dos años con 974.000 millones de euros en noviembre. De hecho el sector financiero italiano ha comenzado a poner en marcha programas para intentar desviar los flujos de los depósitos a la compra de bonos a un mayor interés que las cuentas más corrientes.
Pero el otro lado de la moneda lo vemos en casos como el de Alemania cuyos bancos han visto crecer sus depósitos un 10 % desde mayo de 2010 hasta terminar el pasado ejercicio con más de 2 billones de euros en fondos. Lo cual no deja de ser una paradoja ya que el cuadro bancario alemán es el más expuesto a la deuda griega de toda la Unión Europea lo que hace más vulnerable al peligro sistémico de la crisis financiera. Pero no sólo los ciudadanos mueven su dinero en busca de “refugios” más seguros, también los bancos sacan el capital buscando una mayor seguridad y rentabilidad. Sólo así se puede explicar que el trasvase histórico de depósitos a un día que registró el Banco Central Europeo el pasado mes de febrero. 524.044 millones de euros con los que las entidades obtienen un interés del 0,25 % en lugar del 0,37 % que podrían embolsarse en el mercado interbancario. Esto demuestra que los bancos siguen teniendo la desconfianza como lema y que el crédito sigue sin fluir. Ahora habrá que ver cómo reaccionan las entidades a la inyección récord de medio billón de euros hecha esta semana por el Banco Central Europeo a un interés del 1 % y a devolver en tres años. 800 de ellas han acudido y se estima que el 20 % de los fondos han ido a parar a bancos españoles. Los expertos ya han avanzado que este dinero no llegará a los ciudadanos y pymes sino que se destinará al saneamiento de balances.