Que los seguros no tienen edad es una verdad a medias, pues que los seguros no tienen edad si se ve desde la perspectiva y la óptica de que no tienen un límite de edad por arriba o por abajo para la contratación es en la mayoría de los casos completamente falso. Ahora bien, si uno se refiere a que no existe ni buena ni mala edad para estar perfectamente protegido mediante distintos seguros es bien cierto, en la mayoría de casos.
Es decir, no se puede decir que los seguros no tengan edad en el caso de la contratación, pues la mayoría de ellos, especialmente los vinculados a la vida y a la salud tendrán comúnmente un tope máximo de contratación, es decir, una persona al llegar a una determinada edad donde se incremente el riesgo de padecer dolencias o de fallecer será no asegurable para la mayoría de seguros. En otros la limitación de edad es por la parte baja, y se requerirá de una edad mínima para contraerlos, caso evidente y por motivos legales obvios es el seguro de vehículos. Pero como se ha visto, si uno se refiere a que si existe un buen o mal momento para estar asegurado, la respuesta inicial puede parecer clara, no existe edad buena ni mala para estar protegido, cuanto más protegida se encuentre una persona siempre mejor, pero se deben hacer algunas consideraciones al respecto.
Y es importante hacer estas consideraciones pues aun y cuando se parta de esta máxima de que siempre se debe estar lo más protegido posible, es destacable reseñar que tampoco se trata de ser un obsesivo de los seguros y de asegurarse lo innecesario, o de lo que será necesario en un futuro muy, muy lejano. Y es que los seguros como todo en la vida, debe de ir en armonía con el ciclo vital y el estilo de vida de cada persona en particular.