¿Quién no ha tenido la tentación de ante cualquier cuestionario que afecte a la salud del individuo o bien a cualquier otro dato privado de la persona de esconderlo, ocultarlo o como mínimo maquillarlo?, ¿quién no se ha ido a efectuar un reconocimiento médico o le han hecho preguntas sobre su salud y ha dulcificado su estado o ha minimizado sus dolencias? Pues bien, si mentir siempre es malo y peligroso, en el caso de tratarse de la salud los resultados pueden resultar desastrosos, y si se miente a la compañía médica privada pueden ocasionarse graves problemas para nosotros mismos.
Es común que si deseamos realizarnos un seguro médico privado con cualquier compañía del ramo, la misma nos realice un cuestionario (incluso una revisión) previo a aceptarnos como clientes de su compañía, lógicamente el objetivo es no tener clientes que sobrepasen un determinado nivel de riesgo de salud. Ante esto, personas que desean hacerse un seguro médico privado pero que tienen problemas considerables de salud, pueden tener la tentación de mentir en dicho cuestionario para ser aceptados bajo el pensamiento de que “si no se dan cuenta no habrá problema”, y esa es un arma de doble filo.
Por supuesto, si la compañía no detecta el engaño, nos aceptará como clientes y no existirá problema para darnos de alta, ¡pero cuidado con el día que suframos un percance de salud!, especialmente si este es grave y va directa o indirectamente asociado a la dolencia que hemos ocultado, pues puede provocar desde que nos quedemos sin la asistencia necesaria pues al detectar el fraude la compañía no se haga cargo, hasta la automática resolución del contrato, así como otras consecuencias que puedan dimanar de falsear conscientemente información.
La sinceridad siempre es una buena aliada, y mejor será buscar otras alternativas si una compañía no nos desea o pagar la sobre prima que se nos imponga, que no mentir y correr el riesgo de luego ser descubiertos. Y que nadie se engañe, que aunque no se haya declarado en el cuestionario y en ese momento la compañía no se detectase, si existe un grave percance por ejemplo de corazón y teníamos desde hace años un sobrepeso importante o problemas cardíacos, es muy fácil por los peritos descubrir que eso ya existía.