Conozco a una persona bastante frustrante en este sentido. Cada cierto tiempo, normalmente no más de cuatro o cinco meses, se embarca en algún nuevo proyecto personal en el que quiere trabajar. En su día fue el bricolaje, después le dio por cocinar y ahora se ha puesto a hacer ejercicio. En cuanto decide cuál es su nueva afición, no duda en gastarse todo el dinero que haga falta en equipamiento para su proyecto, y se mete en él de lleno durante al menos quince días. Después de eso, progresivamente lo va dejando y se pasa algunos meses sin hacer nada, hasta que vuelve a repetir el ciclo.
La Luna de Miel
Cuando te encuentras con algo nuevo que te apasiona, vives un periodo de “luna de miel”. Te sumerges en la diversión que el nuevo hobby te proporciona. Pasas buena parte de tu tiempo libre disfrutando de él, y hasta inviertes bastante tiempo pensando en él.
Durante ese periodo, estás tan centrado en la novedad, te gusta tanto, que es fácil creer que vas a seguir haciendo lo mismo durante mucho tiempo. Por supuesto, también parece razonable equiparse de forma adecuada porque, ya que vas a trabajar mucho en ello, quieres poder “hacerlo bien”.
La verdad, sin embargo, es que lo mejor que puedes hacer es pasar la “luna de miel” con el equipamiento más básico y barato que puedas conseguir. Y hay dos buenos motivos para hacerlo.
El primer motivo es que muchas veces un principiante no es capaz de entender por qué el «mejor» equipamiento merece realmente la pena. Si no eres muy hábil manejando la máquina de coser, apenas vas a notar la diferencia entre una máquina de alta gama y otra normal o barata. Sólo cuando tus habilidades en la costura empiezan a mejorar es cuando podrás apreciar las ventajas que te ofrece esa alta gama, y si de verdad te merece la pena la inversión.
El segundo motivo es que no hay forma de predecir si seguirás con ese nuevo hobby cuando se acabe la “luna de miel”. Puede que nos parezca estupendo ir a correr todos los días pero, después de tres meses, ¿vas a madrugar en un día lluvioso para ir a correr? ¿Continuarás con ese hobby cuando ya no sea una novedad para ti? No lo puedes saber hasta que no haya pasado cierto tiempo.
Partiendo de Cero
¿Cuál es la mejor forma de comenzar con una nueva afición? Para mí, lo mejor es empezar invirtiendo la menor cantidad de dinero posible. De esta forma, si mi interés no dura, puedo dejarlo sin demasiadas pérdidas, y si dura, puede reemplazar el equipamiento poco a poco según lo vaya necesitando.
Hace unos meses quise probar el método Pilates, así que me compré un manual introductorio para ver qué tal me iba. Tengo que decir que la pasión me duró bastante poco, soy muy vaga a la hora de hacer ejercicio físico, sobre todo porque siempre hay un libro interesante que leer sentada en cualquier rincón. Ahora decidí que tal vez un ejercicio más suave podría despertar en mí un mayor interés: el yoga. Así que acabo de comprar mi manual de yoga. ¿Cuánto me durará la novedad? Pues no lo sé, pero estos manuales son muy baratos y no habré perdido mucho dinero con mis devaneos deportivos.
Si veo que mi afición por el yoga sigue adelante, lo primero que haré será tomar clases más serias en algún gimnasio para mejorar. Sin embargo, a día de hoy, con seguir las instrucciones del manual estoy más que sobrada.
Sea cual sea tu nueva pasión, busca fórmulas para canalizarla y empezar con ella sin que tu cartera se resienta. Compra material de segunda mano. Pregunta a tus amigos. Busca actividades gratuitas que pueda ofrecer tu Ayuntamiento al respecto…
Una vez que encuentres una manera barata de profundizar en esa nueva afición, ¡lánzate! Disfruta de ella todo lo que quieras. Si dentro de seis meses todavía te apasiona, yo diría que has llegado a un punto razonable en el que te puedes permitir una mejora de tu equipamiento, una vez que sepas cómo esa mejora va a beneficiarte. En seis meses ya habrás tenido tiempo de darte cuenta de si vas a seguir adelante o si en realidad no te llena tanto como pensabas. En cualquier caso, estarás en una mejor situación que si hubieras invertido mucho dinero nada más empezar.
No creas que un mejor equipamiento va a conseguir que sigas con tu nuevo hobby – es algo que nunca funciona. Comprueba si te gusta de verdad antes de tirar dinero en ello.
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