Este es uno de los refranes que más trabajo me cuesta aplicarme. Siempre dejo las cosas para el último momento. Es un defecto de mi carácter, y no tengo más remedio que admitirlo. He probado de todo para intentar quitarme este mal hábito, pero hasta el momento sólo una estrategia me ha funcionado:
Hacerlo en el momento.
Parece una obviedad, lo sé, pero mucha gente parece ha perdido de vista, aparentemente, esta habilidad fundamental. Aquí expongo algunas de las técnicas que vengo utilizando para tratar de forzarme a no posponer las cosas que tengo que hacer:
Reserva bloques de tiempo para hacer determinadas cosas.
El dueño de un gimnasio que conozco me pregunto una vez por qué casi nunca hacía ejercicio. «No tengo tiempo», le contesté. «Siempre me surge algo». Aquella respuesta no le impresionó. «Pues haz tiempo. Reserva una hora el día para ir a correr o a hacer bicicleta». El mismo principio se aplica a cualquier otra actividad que tengamos la tentación de postergar. Por ejemplo, funciona muy bien reservar una hora (o el tiempo necesario) del fin de semana para hacer limpieza. Tal vez una habitación distinta cada semana. Si yo no lo planeara así, simplemente lo pospondría durante semanas (o meses). Escoge una hora específica del día para hacer las cosas.
Si se te viene a la mente, hazlo.
A menudo, mientras estoy sentada en mi habitación leyendo un libro, me acuerdo de que tengo alguna tarea que hacer. Y entonces pienso: «Voy a apuntarlo para que no se me olvide». ¡Mal hecho! Lo que me pasa normalmente es que se me olvida incluso apuntarlo. Lo mejor que puedes hacer es ponerte a ello en el momento en que se te ocurra. Dando por sentado, claro, que tengas tiempo. Cosa que normalmente ocurre.
Usa una alarma o un temporizador para que te devuelva a la realidad.
Uno de los motivos por los que suelo posponer las cosas es porque tengo mucha vida interior. Una forma suave de decir que estoy casi siempre en las nubes. Pensando en vete a saber qué. Una buena forma de mantener los pies en el suelo es programar alarmas. Así cada vez que suena me sirve para volver a la realidad y preguntarme: ¿Estoy haciendo lo que se supone que debo hacer?
No hagas varias tareas a la vez.
Me encanta hacer varias cosas a la vez. En una ocasión le comenté a una amiga lo bien que se me daba hacer varias cosas al mismo tiempo. Recuerdo que me contestó: «No te creas. Lo que en realidad se te da bien es empezar a hacer varias cosas, pero luego no terminas ninguna». ¡Ay, vaya planchazo! Y todavía me sentó peor cuando no tuve más remedio que darle la razón. Para hacer algo a su debido tiempo, necesito concentrar mi atención en ello. Tratar de hacer varias cosas a la vez es el mejor modo de conseguir dejarlas todas sin acabar.
Cambia tu entorno para eliminar distracciones.
Cualquier distracción contribuye a que pospongas las cosas. Cuántas veces te has dicho a ti mismo:
«Antes de empezar, voy a mirar otra vez el correo».
«Iré a hacer la compra en cuanto acabe de leer esta revista».
«Ya limpiaré la semana que viene. Hoy quiero ver el partido».
Evita en todo lo posible las distracciones. Intenta que tu mesa de trabajo esté lo más despejada posible. Cuando trabajes con el ordenador, ten abiertos sólo los programas que vas a necesitar. (Ja, me siento como un hipócrita aconsejando esto, teniendo en cuenta que no soy capaz de cerrar mi correo ni cinco minutos). Mantén tu oficina ordenada. No enciendas la televisión a no ser que vayas a ver algo en concreto.
Compara tus acciones con tus valores personales.
Da igual lo que digamos que nos parece importante -las cosas que realmente tienen valor son las que en realidad hacemos. ¿Se parecen tus creencias a tus actos? Por ejemplo, si crees que es importante dejar atrás el endeudamiento, ¿estás de verdad haciendo algo para lograrlo? Si opinas que ahorrar es necesario, ¿por qué te compraste un coche último modelo tan caro? Si uno de tus objetivos es volver a ponerte tus antiguos vaqueros, ¿ crees que te va a ayudar a hacerlo quedarte horas viendo la televisión? ¡Ve a hacer deporte!
Conseguir dejar el hábito de posponer las cosas es una ardua lucha psicológica. Y creo que se me nota que he intentado dar la batalla últimamente. Es algo en lo que voy a continuar trabajando. Tal vez lo intente otra vez la semana que viene…
Si hablas inglés, no te pierdas los consejos de getrichslowly.org, un excelente blog que nos aporta contenidos.
3 Responses to “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”
Haz que cada día cuente | Comparativa Bancos
[…] popular que no son siempre del todo acertados, pero siempre he pensado que el lema de hacer que cada día cuente es realmente […]
yaripza gonzales
pero digan q significa no su historia……pongan significa……..y esooo…..no la historiiaaaa…..eso es lo q quiere saber la gente no su ridicula historia…….!!!!!!!!!!!es un consejo …..aganlo pongan lo q significa no la historia
Dexter
Hola!
Me ha parecido muy interesante tu blog, te voy a añadir a los enlaces del mio :).
Este post… ains, es lo que pensamos mucha gente, pero es que cuesta tanto actuar!! yo mismo me aplico lo de «hacerlo en el momento», pero a veces la vagancia puede, y gana! Es muy fácil decirlo, pero muy difícil cambiar… pero con perseverancia todo se consigue! mucha suerte!
Saludos y nos vemos por aquí!
Dexter