Queridos inversores, la creación hace más de 50 años del mercado común europeo fue un hito en las relaciones comerciales entre los muy diversos países de la “vieja Europa”, que necesitados de expansión en las ventas de productos nacionales al exterior, abrió una enorme puerta hacia un macro-mercado compuesto por millones de ciudadanos.
La idea en su creación fue la de facilitar y agilizar las transacciones de mercancías y bienes de consumo entre sus miembros, mediante la libre circulación de productos y eliminación progresiva de aranceles. Pero pasadas cinco décadas, la situación actual del mercado único mantiene todavía ciertas trabas que superar en su camino, por ello hoy para nuestros “pequeños y medianos inversores”, vamos a reflejar algunas de ellas en: “Obstáculos en el mercado común europeo”.
Cuando en los distintos países europeos se pueden comprar los mismos coches, mantequillas, pantalones o secadores de pelo, no es normal, que sigan existiendo cortapisas para la libre competencia empresarial, que de forma innovadora lanza al mercado nuevos productos, luego estos chocan con barreras nacionales en forma de normativas técnicas o autorizaciones administrativas que dificultan las expectativas de los fabricantes y consiguen entorpecer el acceso de esos productos al consumidor final, eliminando la posibilidad de comparación de calidades y precios.
Tenemos que observar varios conceptos o adaptaciones necesarias, para que de verdad, el mercado común europeo sirva para lo que en su día fue creado:
- Mayores posibilidades logísticas, una estandarización eficaz, más redes de transporte y especialmente una mejora sustancial de la protección de los derechos en materia de propiedad intelectual.
- El comercio electrónico comunitario, para evitar casos como el que existiendo una moneda única –el Euro– cuando se realiza un pago por Internet o una facturación electrónica, estos, deben atravesar los límites normativos diversos establecidos en cada una de las fronteras nacionales.
- Coordinación comunitaria de los sistemas de protección social y los derechos de los trabajadores para transferir condiciones de jubilación o el reconocimiento de la cualificación laboral reconocida profesionalmente en su país de origen.
- Creación de un seguro sanitario común, reconocido dentro de la UE.
- Facilitar el cobro de deudas empresariales o particulares desde otro Estado miembro de la Unión Europea.
- Potenciar la movilidad de los trabajadores comunitarios, ya que según los últimos estudios publicados, solo el 2,3% de los europeos viven en un país distinto a su origen –especialmente bajo en los llamados países latinos-
- Facilitar las ventas de sus productos en el exterior a las pequeñas empresas nacionales europeas –más de 20 millones- puesto que constituyen la parte troncal de la economía europea y absorben la inmensa mayoría de los empleos, cuando en la actualidad las políticas de la UE, se realizan pensando más… en las grandes corporaciones.
COMENTARIOS Y CONSEJOS
El futuro del mercado único europeo puede llegar a ser un éxito finalmente, siempre que consiga satisfacer las necesidades vitales de sus millones de ciudadanos y estos reconozcan las ventajas que conlleva pertenecer a un “club” que intenta integrar hábitos o individualidades nacionales con normas y protecciones donde todos o –casi todos- se vean reconocidos.
La situación actual de crisis económica en la euro zona, incluye –entre otros- muchos países con economías en fases de recesión, estancamiento de la productividad, altos índices de desempleo, problemas en los mercados de deuda soberana o desánimo generalizado con los políticos gobernantes y las medidas adoptadas por los organismos reguladores de la actividad económica.
Todos los mercados de Bolsa europeos han reflejado en sus principales índices y por consiguiente fruto de la corrección de precios en sus acciones, la compleja situación económica creada que durante meses ha mantenido y mantiene “el hacha sobre nuestras cabezas comunitarias”, llevándolos a niveles el año 2009, cotas de soporte en las primeras tendencias bajistas del principio de la crisis.
Ante este panorama un tanto desolador, la mayoría de gobiernos europeos han decidido proceder a promulgar leyes y normas de carácter restrictivo en cuanto al gasto público, acompañándolas de otras de tipo fiscal, laboral y político de control centralizado de los presupuestos nacionales.
Bien, si como parece la idea es hacer: “Más Europa”, puede que el tratamiento de choque aprobado por el Banco Central Europeo –BCE- llegue a producir efectos beneficiosos en los resultados de las cuentas gubernamentales a final del presente año, pero…¿Cuál será el coste humano a pagar?
(Ver artículos “España, Italia y la despensa del BCE” y “El milagro de la economía española”).
La frase elegida para este artículo dice así: “La ignorancia no degrada al hombre más que cuando va acompañada de la riqueza”, Arthur Schopenhauer.
Nosotros en Consejos de Bolsa, seguiremos la actualidad económica y de los mercados para lectores como usted. Esto será otro día.