La decisión de participar en los mercados de renta variable mediante la compra-venta de acciones – es una opción financiera muy válida – para todos los pequeños y medianos inversores que deseen revalorizar su capital destinado a la inversión, mediante la consecución de plusvalías por las variaciones en los precios de los títulos cotizados.
Como siempre recordamos en esta sección de Consejos de Bolsa, es sabido de la dificultad técnica, monetaria o el riesgo que conlleva la inversión, pero nunca debemos confundir dos conceptos básicos que en momentos aislados, puede el inversor no tener claros a la hora de proceder a operar en Bolsa como pueden ser:
- El esfuerzo para realizar la estrategia inversora: Este concepto nos habla de la adecuada preparación de la inversión mediante estudios de análisis técnicos o fundamentales, asesoramiento profesional, cálculos de riesgos, horizontes temporales de la inversión, determinación del capital a invertir, gastos y comisiones de gestión, etc.
- El esfuerzo operacional del trading: Considerando que nunca es fácil ganar dinero en los mercados bursátiles, tenemos que tener presente que el esfuerzo a la hora de operar en el día a día –trading– no es cuestión de la cantidad excesiva de operaciones de compra-venta realizadas cada sesión, sino más bien, la “calidad” de dichos movimientos en el mercado y la repercusión de éstos sobre nuestra cuenta de valores.
Un plan de inversión bien definido y desarrollado en los mercados financieros en activos como pueden ser las acciones, futuros, opciones, divisas, materias primas…etc. Nos podrá acercar al éxito en el trading, consiguiendo llevar a término una estrategia consistente en operaciones diversas de forma que cumplan con una metodología previamente establecida y que contemplará el factor riesgo como “arma defensiva”, que esencialmente, protegerá el capital de la cartera de inversión ante todo.
Es muy común en los nuevos inversores que se animan a participar en el mercado operando mediante trading, la sensación o la creencia de tener que realizar cada día unas 10 o 20 operaciones como algo esencial para conseguir el éxito en la inversión. La reiteración de movimientos en la operativa diaria nunca es garantía de la consecución de los objetivos marcados, por lo que el hecho de la no realización de actividad operativa bursátil en alguna sesión determinada, nunca se deberá interpretar por el inversor como una “pérdida de tiempo”, más bien, será un síntoma de madurez emocional, control de gestión y … experiencia financiera.
METODOLOGÍA APLICADA A LA INVERSIÓN
La metodología aplicada a la inversión elegida, deberá seguir unos parámetros que determinarán cuándo se debe tomar posición en un activo o por el contrario, cuándo abandonarla en previsión de “movimientos hostiles” para nuestros intereses. Si llegado el momento no se cumplen dichos parámetros pre-diseñados en nuestra estrategia inversora, nuestra acción deberá ser tan simple como NO OPERAR y proceder a esperar otras nuevas oportunidades.
La realización de operaciones en el mercado bursátil de forma impulsiva, impaciente o indisciplinada mediante la compra y venta constante de activos, suele ser proporcional a la pérdida de capital por parte del inversor, por lo que el factor tiempo-acción no debe ir siempre unido y solamente la necesaria inactividad en situaciones que lo precisen o lo que algunos analistas y grandes gurús de la inversión llaman “el letargo inversor”, nos podrá llevar al deseado, sufrido, luchado y bien logrado… ¡¡¡ Éxito financiero !!!
Artículos relacionados:
La frase elegida para este artículo dice así:
“El dinero lo ganan todos aquellos que con paciencia y fina observación van detrás de los que lo pierden”, Benito Pérez Galdós.