Juergen Stark, miembro del comité ejecutivo del Banco Central Europeo, se ha desmarcado este miércoles declarando que no hay ninguna razón para que Grecia “reestructure” su deuda pública si se adhiere a su programa de reformas fiscales y económicas.
En una conferencia dada desde la propia Atenas, Stark afirmó que Grecia es solvente y que cualquier movimiento hacia la reestructuración de su deuda sería una “catástrofe”.
En mayo del año pasado, el país heleno ya evitó por los pelos la bancarrota gracias a un rescate de 110 mil millones de euros financiado por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, con la condición de que Grecia tomaría medidas para poner a punto su economía y recortar el déficit.
Según Star, si Grecia sigue a raja tabla este programa podrá asegurar que su deuda sea sostenible, pero añadió que el gobierno griego deberá redoblar sus esfuerzos para consolidar sus finanzas públicas.
En esta misma conferencia, el subdirector del Fondo Monetario Internacional y responsable de la supervisión del programa de reformas griego Poul Thomsen había declarado que el programa de reformas griego seguía adelante, pero pidió al gobierno heleno que profundizara en las reformas estructurales. Aún así, se mostró impresionado con los esfuerzos realizados por Grecia para recortar su déficit y rechazó las últimas especulaciones sobre el fracaso del programa.
Según Thomsen, se han logrado ampliamente los objetivos marcados para el primer año, pero advierte al gobierno griego que debe reforzar el programa, ya que de lo contrario corre el riesgo de desviarse de la buena senda.
Desde el rescate de Grecia el año pasado, el gobierno ha recortado su déficit público alrededor de un tercio, hasta el 10,5% del PIB en 2010. Sin embargo, la reciente revisión de las previsiones anuales y una recesión más profunda de lo esperada, han obligado al país a añadir otros 6.000 millones de euros en medidas del plan de austeridad para poder cumplir con los objetivos de déficit para 2011.
Se espera que estas medidas sean hechas públicas en fechas próximas, junto con los pasos que el gobierno griego dará durante los próximos cinco años para seguir reduciendo el déficit hasta que esté por debajo del 1% del PIB para 2015.
En estos momentos una delegación de la UE, el FMI y el BCE está en Atenas para concretar los detalles de esas medidas adicionales y para juzgar si el país puede ser candidato a recibir un quinto del préstamo de 110 mil millones de euros previsto.