Es una duda que asalta a muchas personas cuando tienen una cierta cantidad de dinero en el banco (digamos unos 4000 €, por ejemplo) para conseguir el máximo rendimiento: ¿invertir o pagar las deudas de la tarjeta?
En casos como este, estamos comparando esencialmente dos tipos de rendimiento.
En primer lugar, está la tarjeta de crédito. Invertir el dinero en la tarjeta tiene un rendimiento asegurado – el interés de la propia tarjeta.
Por otro lado, está la bolsa. Una inversión en bolsa puede darnos, hipotéticamente, un rendimiento mayor, pero eso no está garantizado.
No importa que estemos en el 2008 o en el 2010, cancelar una deuda con la tarjeta que tiene unos intereses del 9,9 %, por ejemplo, te proporcionará un rendimiento del 9,9% anual por tu dinero. Sin embargo, si conseguiste obtener un rendimiento de un 10% en la bolsa en 2008, significa que eres un mago.
La razón por la que el consejo más extendido es el de pagar las deudas con mayor interés antes de invertir se debe a que pagarlas es una inversión mucho mejor que la del mercado de valores. ¿Por qué? Porque el rendimiento de tu dinero esta garantizado – y no hay ningún valor en la bolsa que te pueda ofrecer eso.
Se podría argumentar que se puede invertir en bolsa consiguiendo un rendimiento mejor que la media. Eso puede ser verdad, o no – no vamos a discutirlo ahora.
Incluso consiguiendo mejorar la media del mercado en un 2%, esa inversión aún está sujeta a la volatilidad del mercado en su conjunto. En 2008, cuando muchos valores bajaron su cotización en un 40%, habríamos perdido «solo» el 38%, por ejemplo.
Obviamente, si de lo que hablamos es de una inversión a largo plazo, y mejoramos algo el porcentaje medio del mercado, puede dar un buen rendimiento.
Pero esto no es motivo para tirar el dinero en el corto plazo.
Esta es mi propuesta. Pagar la tarjeta de crédito y dejar de hacer compras a crédito totalmente. Luego ir al banco y ordenar una transferencia automática desde nuestra cuenta habitual por el mismo importe que el que pagábamos de interés a causa de la tarjeta cada mes. Con ese dinero sí que podemos arriesgarnos, si queremos, a probar nuestra habilidad en bolsa.
Si es realmente una inversión a largo plazo – y eso es lo que la mayoría de la gente debe hacer a no ser que sean brokers o algo así – en realidad no tiene tanta importancia en qué momento entres en el mercado. Poner un montón de dinero ahora, comparado con invertirlo poco a poco a lo largo del año, no presenta muchas diferencias si estás pensando en los siguientes 15 años, con sus subidas y bajadas correspondientes.
Buena suerte.
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