Es una pregunta muy común entre los ahorradores y en general para los clientes bancarios, que desde siempre se habían acostumbrado durante muchos años de alta rentabilidad en los tipos de interés a mantener su dinero en los depósitos a plazo fijo de su oficina financiera habitual. Pero todo va cambiando y en el mundo del dinero más todavía, por lo que viendo bajar de forma reiterada y alarmante la rentabilidad de sus depósitos, muchos miles de pequeños ahorradores se ven abocados a participar (con mayor o menor voluntad) en la renta variable y por ello, se plantean pasar a convertirse en los denominados futuros pequeños y medianos inversores.
La palabra mágica de este tema que hoy reflejamos en esta sección de Consejos de Bolsa es… ¡Riesgo!... y por supuesto, es la que preocupa de sobremanera a los ahorradores que se preguntan diariamente de forma un tanto dubitativa: ¿Para qué necesito invertir en Bolsa? El binomio rentabilidad/riesgo es evidente y como solemos repetir habitualmente en el mundo de las finanzas nadie regala su dinero a los demás, por tanto si alguien quiere ganar más dinero, en menos tiempo y de forma legal, solo le queda montar un original buen negocio de éxito, invertir en los mercados de Bolsa o simplemente, jugar a la Lotería o Primitiva y como dice su tan famoso lema: “Que la suerte le acompañe”.
La inversión en los mercados es una opción muy válida para poder alcanzar los deseos de una mayor libertad económica personal y familiar, lograr adquirir los bienes materiales deseados y tener la oportunidad de mantener una saludable situación financiera cuando llegue el periodo vital lógico de la jubilación. La inversión bursátil será planteada y reconocida de forma responsable por el pequeño inversor como un recurso más de consecución de ingresos adicionales, pero siempre, con la visión de largo plazo temporal ya que en este mundo financiero no existen atajos y se deben asumir con confianza los altibajos y volatilidades de los mercados convencidos de conseguir al final el objetivo financiero deseado.
CONCEPTOS A TENER ASUMIDOS ANTES DE INVERTIR
Poner parte de nuestro dinero a “trabajar en la Bolsa” es una manera de poder conseguir ingresos mientras realizamos otras tareas cotidianas vitales de tipo social, como puede ser el viajar, comer con los amigos, salir al cine, ver televisión o leer un buen libro, etc. La inversión también evita que tengamos que trabajar en otros empleos auxiliares (pluriempleo) para mejorar nuestro nivel de vida y nos habilita, para ser dueños de nuestro destino financiero lo que a la larga nos predispone a una mayor seguridad y confianza desde el punto de vista psicológico y emocional. Veamos algunos conceptos primordiales para el nuevo inversor antes de proceder a invertir:
- Invertir en los mercados de renta variable es una opción más dentro de una estudiada planificación financiera personal.
- El dinero destinado a la inversión no deberá ser necesitado por el inversor en un periodo mínimo de 3 años.
• El asesoramiento profesional es importante y vital si se carece de formación técnica adecuada y experiencia en los mercados. - Para el nuevo participante en la renta variable invertir siempre se hará de forma seria y responsable siendo muy consciente de los riesgos financieros que se asumen para la estabilidad económica familiar.
- La inversión bursátil no tiene nada que ver con los juegos de azar y los presentimientos, creencias, pálpitos o hacer caso a las informaciones mediáticas interesadas solo nos llevarán de forma directa al fracaso dinerario.
Invertir en los mercados de renta variable vía fondos de inversión, productos estructurados que invierten en acciones o directamente, con la compra de títulos cotizados en Bolsa sigue siendo lógicamente una opción libre para todos los ahorradores. Nadie está obligado a asumir riesgos financieros no deseados, pero a su vez, nadie está exento de observar con cierto grado de envidia estos días como otros ciudadanos, vecinos, amigos o familiares ven ampliar su patrimonio dinerario de manera apreciable porque hace ya varios meses se plantearon la pregunta: ¿Para qué necesito invertir en Bolsa?… ¡¡Y lo hicieron!!
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La frase elegida para este artículo dice así:
No hay que correr nunca tras un tranvía y una acción. ¡Paciencia! La próxima llega con toda seguridad.
André Kostolany