No pude dejar de observar al visitar la casa de unos amigos su amplia colección de DVDs. Calculo que cada uno de ellos debió costar por lo menos 15 €, así que si asumimos una media de dos horas de película en cada DVD, el coste por hora sería de 7,50 €.
Cuando les pregunté acerca de su colección me respondieron que la mayoría de las películas sólo las habían visto una vez, mientras que las favoritas de su hijo, como «Toy Story», las habían visto en muchas ocasiones, como mínimo nueve veces. En este caso el coste por hora de cada DVD sería de 0,60 €.
Ahí es donde está la diferencia: ellos no tienen tanta pasión por las películas que han comprado para ellos como la que tiene su hijo. Y es su hijo quien decide casi siempre las películas que van a ver.
Está claro que la mayoría de esas películas hubieran salido más a cuenta si las hubiesen alquilado. Las hubieran disfrutado una vez por 1 o 2 €, las habrían devuelto y hubieran ahorrado espacio. Eso reflejaría sus preferencias mucho mejor que el haberlas comprado, ya que disfrutan viendo una amplia variedad de películas y no volviendo a ver las mismas varias veces. Y el coste por hora podría haber sido de 0,50 €.
Otro ejemplo. Imaginémonos a una persona apasionada de la guitarra. Ha invertido miles de horas en ese instrumento durante varias décadas y es muy bueno tocando. El coste por hora de esa guitarra no llega a estas alturas ni a un par de céntimos.
Sin embargo, digamos que decide aprender a tocar el teclado. Se compra uno de 99 €, y al principio lo toca bastante, pero se cansa de la novedad al poco tiempo. Ahora ese teclado sólo lo tocan sus hijos, que de vez en cuando lo aporrean algunos minutos por diversión.
A ojo de buen cubero, el coste por hora de ese teclado sería de unos 4 €.
Aquí tenemos una pauta. Si compramos algo que nos apasiona, el coste por hora es bastante bajo, y por lo tanto nos aporta un valor. Si la compra que hacemos no encaja con ninguna de nuestras pasiones, el coste por hora de dicha compra es muy alto -es un derroche de dinero.
Podemos sacar algunas conclusiones útiles de estos ejemplos.
La primera es que está bien gastar dinero en nuestras pasiones si sabemos cuáles son. Cuando nos apasiona realmente algo, invertiremos un montón de tiempo en ello, simplemente porque es una actividad que es importante para nosotros. Por lo tanto, merece la pena hacer una inversión.
Piensa, por ejemplo, en una persona que bebe varias tazas de café al día comparada con otra que sólo bebe una taza, ocasionalmente dos, a la semana. La persona que bebe mucho café siente pasión por esa bebida, y probablemente extraiga valor de comprarse un molinillo de café. La persona que bebe poco café sacaría muy poco valor de esa inversión.
La segunda conclusión es que, si no estás seguro de lo que te apasiona, puede ser más rentable alquilar el equipamiento o comprarlo por el menor precio posible, tal vez de segunda mano. Esto bajaría el costo inicial de forma significativa, y habrás invertido mucho menos si descubres que realmente esa actividad no te interesa demasiado.
Pero ¿qué ocurre si descubrimos que realmente nos apasiona? Pues mejoramos nuestro equipamiento según nuestras necesidades. Si tienes una buena razón para comprar un equipo de mejor calidad porque lo usas muy frecuentemente, hazlo. Si el primer equipamiento que compraste no era muy caro, no habrás perdido tanto dinero.
Al final, el coste por hora de tu equipamiento es un gran indicador de cuáles son tus verdaderas pasiones. Las cosas que tienen un bajo coste por hora son aquellas que, o bien eran casi gratuitas, o bien te apasionan.
Por otra parte, las cosas que tienen un alto coste por hora son aquellas que deberías considerar suprimir de tu vida. Por ejemplo, mis amigos deberían dejar de comprar películas salvo para su hijo, y pasarse al alquiler.
Es fácil empezar, basta con invertir un poco de tiempo fijándote en las cosas que posees. ¿Con cuáles de ellas pasas más tiempo? ¿Con cuáles pasas menos? Probablemente, las cosas con las que no pasas mucho tiempo -especialmente comparándolas con su precio- son excelentes instrumentos para reducir gastos. Usa este filtro para considerar cómo gastas y en qué, y te sorprenderá lo que puedes descubrir.
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One Response to “Pasiones por horas”
pasteur
Parece algo obvio pero no nos damos cuenta hasta que nos lo dicen. Lo mismo pasa con la ropa, te compras un esmoquin para usarlo 1 vez al año o menos. ¿Qué más cosas son susceptibles de llevarnos a este sobregasto? Electrodomésticos, móviles con muchas características que ni usamos?