Queridos inversores, nos encontramos inmersos en la zona euro en una crisis económica y financiera que lastra las normales ilusiones inversoras de la mayoría de los ciudadanos, potenciando las dudas y los miedos a participar en inversiones que conlleven -de alguna forma- posicionamientos de riesgo y posibilidad de pérdidas dinerarias.
Estas circunstancias sabidas de antemano por la industria bancaria, han dado lugar a la creación de gran cantidad de productos financieros, que se deberían adaptar al perfil inversor de cada individuo que desee rentabilizar de una forma óptima su capital o rentas. Por todo ello, hoy para nuestros “pequeños y medianos inversores”, vamos a conocer o recordar –según los casos- unos de los más “famosos” vendidos en las diversas entidades bancarias actualmente. Mediante este artículo que llamaremos: “Precaución ante los productos estructurados”.
Empezaremos con una definición muy básica, clarificadora y como siempre en lenguaje coloquial, sobre que son los productos estructurados: “Son aquellos productos de inversión cuyos rendimientos dependen del comportamiento de uno o varios índices o valores de la Bolsa”. En realidad no solo se limitan a títulos bursátiles, pueden estar orientados a otros productos financieros, variaciones del Euribor, el petróleo, el euro etc.
Como indicamos anteriormente, los productos estructurados surgen de la combinación de varios activos a los que se les suele denominar en el argot bursátil como “derivados”, consiguiendo formar un elemento de inversión o cobertura idealizado para cada cliente potencial, previo estudio de su nivel de riesgo o capacidad inversora.
Como podemos ver, la inversión en un producto estructurado no deja de ser una opción más -dentro de las muchas- puestas a disposición de los clientes con capacidad monetaria y que busca algo más de rentabilidad por su dinero, pero como casi todo en la vida, esto también tiene su “letra pequeña” y debemos conocerla, para saber de forma fehaciente donde nos metemos y sobre todo… en que estamos invirtiendo nuestros ahorros o capital.
Dentro del sistema de planificación de productos estructurados dirigidos hacia los inversores, las entidades bancarias disponen de profesionales que tienen como trabajo “maquillar” convenientemente las presentaciones públicas de los mismos –como es normal- con el fin de llegar a convencer a la mayor cantidad de clientes sobre las bondades de las futuras rentabilidades a obtener, pero “escondiendo o disfrazando” el riesgo a asumir, las posibles rentabilidades negativas generadas e incluso la posibilidad de quedar “pillado” durante varios años en dicho producto hasta volver a recuperar el capital invertido.
COMENTARIOS Y CONSEJOS
Por si algún lector de Consejos de Bolsa no conoce nada sobre los productos estructurados o simplemente le suenan de pasada, le recordaremos que este tipo de inversión fue -entre otros- el motivo y el origen de la actual crisis económico-financiera globalizada que tanto está costando superar. Solo basta con buscar información sobre la bancarrota de Lehman Brothers en el año 2008.
Los depósitos estructurados pueden estar dirigidos hacia tipos fijos o a interés variable, utilizando dos productos que en un principio no tienen nada que ver el uno con el otro, pero una vez unidos, formarán un “pack” que suele llevar un tramo corto inferior a un año de renta fija y además –aquí está el riesgo– otro tramo afectado por las variaciones bursátiles. Siendo este último tramo el más extenso y que obliga a una inversión más prolongada en el tiempo, y por ello, una mayor exposición a las normales e impredecibles fluctuaciones de precios del mercado.
Por último, es bueno conocer que la entidad bancaria o financiera que crea un producto estructurado tiene por norma cubrir de forma total el riesgo del mercado, para nunca llegar a perder dinero propio, pudiendo además cargar en la gestión hacia la contratación por el cliente de dicho producto, una “pequeña comisión”, que variará dependiendo de las particularidades del mismo.
Partiendo de la base de que cualquier inversión realizada a través de entidades financieras legales y reconocidas por el organismo regulador del sector, es una opción más para el cliente de conseguir aumentar su patrimonio, solo deberemos tener presente algo que en muchas ocasiones venimos repitiendo –de manera insistente- que es imprescindible que el cliente conozca totalmente todos los riesgos que asume al contratar un producto financiero. En el caso de que sus conocimientos sobre el tema sean limitados o nulos, éste deberá confiar en profesionales acreditados que le asesoren convenientemente sobre los riesgos monetarios a los que se expone, ya que de informarle sobre las futuras altas rentabilidades…¡¡¡ Se encargarán otros !!!
(Ver artículos “¿Cómo analiza usted sus inversiones?” y “Ampliación de capital y los derechos sobre acciones”).
La frase elegida para este artículo dice así: “Experiencia es el nombre que damos a nuestras equivocaciones”, Oscar Wilde.
Nosotros en Consejos de Bolsa, seguiremos comentando y asesorando para lectores como usted. Esto será otro día.
One Response to “Precaución ante los productos estructurados”
Francisca Arroyo
Con la intencion de hacer el deposito a 6 mese que oferta oficinadirecta.com, me comentan por telefono que el deposito se realiza haciendo un ingreso desde una cuenta corriente que debo de abrir en oficinadirecta. Mi pregunta es la siguiente: es costoso, una vez venza el plazo del deposito, cancelar esa cuenta corriente por internet? Es la primera vez que haria esto por internet y me gustaria saber que piensan ustedes. Por otra parte, este tipo de operacion no conlleva ningún riesto, pero hay gato encerrado? Gracias