Nadie dijo que invertir su dinero en los mercados de renta variable como puedan ser los de Bolsa sea un camino de rosas o que la apuesta inversora en determinadas acciones, no supongan un mayor riesgo y a su vez una gran posibilidad de éxito, por la posibilidad de obtención de mayores plusvalías para el pequeño y mediano inversor.
Vivimos en una sociedad donde los medios de comunicación e Internet dominan la atención ante cualquier otro tipo de información, estudios, análisis y recomendaciones destinadas para los futuros inversores que se plantean seriamente empezar a invertir parte de su capital ahorrado, con la loable y difícil tarea de lograr ganar más dinero asumiendo un riesgo adaptado a cada perfil como inversor. A modo de poder aprender y continuar con su formación continua de nuestros lectores y seguidores en Consejos de Bolsa, hoy vamos a prestar atención al importante factor psicológico que les puede ayudar a superar miedos, dudas e incertidumbres, lógicas cuando se empieza a caminar por este complejo sendero de las finanzas en los mercados bursátiles.
EJEMPLOS SOBRE PSICOLOGÍA EN CONSEJOS BURSÁTILES
- Imaginen que alguien con pocos conocimientos técnicos sobre los mercados de Bolsa realiza una consulta telefónica al programa financiero “estrella” de cualquier cadena de televisión nacional y pregunta lo siguiente: “Buenos días soy Mario de Oviedo tengo compradas algunas acciones (por ejemplo) de Telefónica a 8,55 euros y su cotización de hoy es de 8,05 euros. Mi cuestión es que me diga el analista “XYZ” que debo hacer con ellas, mantenerlas y esperar a que suban o venderlas ahora mismo, muchas gracias”. La respuesta del afamado analista bursátil de turno puede ser la siguiente: “Debido a que ya posee las acciones y éstas presentan pérdidas, mi consejo es que las mantenga y que coloque un Stop Loss a modo prevención de pérdidas sobre los 7,85 euros”.
- Posteriormente, pasados unos minutos se recibe otra llamada al programa, de Juan desde Albacete, que pregunta al analista técnico sobre: “La posibilidad de comprar en el día de hoy acciones de Telefónica, ya que ha visto y oído que ha bajado en los precios de sus títulos y le podría interesar entrar”. La respuesta y consejo del analista bursátil televisivo suele ser algo como esto: “No se lo recomiendo, dado que es un valor bajista que puede seguir bajando”.
Hasta aquí no dejan de ser “respuestas de libro” que no implican mayor riesgo para el analista, pero desde el punto de vista psicológico inversor, no deja de ser siempre mantener unas acciones ya compradas (sean como sean las minusvalías) y por el contrario, aconsejar no comprar dichas acciones para los que no están en el valor elegido. Con esto se da por hecho que, el potencial de subidas en los precios de las acciones no depende de nuestro nivel de pérdidas o ganancias pasadas, más bien se trata, de entender y asimilar psicológicamente que cada día y cada hora de sesión en Bolsa es como empezar de nuevo para el valor, solo importa de verdad el potencial alcista de dicha acción en ese momento, previo a la toma de decisiones por parte del inversor sobre el corto, medio o largo plazo.
En todas nuestras decisiones operativas en los mercados de renta variable, especialmente en los de Bolsa existirá un factor muy importante que deberemos conocer, razonar y controlar…. ¡Nuestra propia psicología! Es la que en ocasiones nos puede jugar malas pasadas si caemos en los habituales y negativos pensamientos como puedan ser algunos de estos:
- La negación propia a admitir pérdidas dinerarias en la Bolsa.
- Falta de criterio o seguir a pies juntillas los consejos de cualquier “famoso experto mediático”.
- La humana, habitual y falsa creencia de que todo lo que ya es nuestro… ¡Debe tener un mayor valor!
La psicología inversora es esencial como formación, al igual que lo son las estrategias o planificaciones bursátiles, de nada sirve realizar estudios de medias móviles, osciladores u otras variables técnicas y cálculos matemáticos complejos de entrada-salida de un valor o índice, si no se presta el necesario interés en alcanzar una buena y disciplinada: “Preparación psicológica para ganar en Bolsa”.
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La frase elegida para este artículo dice así:
La única ventaja competitiva sostenible es la capacidad de aprender más rápido que la competencia.
Arie de Geus.