En este mundo cambiante en el que vivimos, periódicamente, los mercados globalizados del consumo nos invitan a renovar cosas como el vestuario, el modelo de coche, el teléfono móvil o el ordenador portátil. Lo que no ha cambiado todavía sigue siendo la conducta de muchos inversores en los mercados de valores, que año tras año, repiten el mismo tipo de errores bursátiles cayendo en modas, tendencias y promociones mediáticas diversas que psicológicamente le influyen a la hora de tomar acertadas decisiones operativas en el mercado.
Viviendo en un sistema capitalista como el nuestro y para tener una visión más clara de las distintas actitudes emocionales muy extendidas por los diversos mercados de activos financieros y que no favorecen la gestión adecuada de nuestras inversiones, hoy para nuestros pequeños y medianos inversores dentro de esta sección de Consejos de Bolsa, vamos a conocer y sobre todo reconocer personalmente –según los casos- algunas de ellas más representativas y su repercusión financiera habitual en el resultado final de la apuesta inversora, éstas son:
- La avaricia: Es una condición humana de difícil solución, puesto que está dentro de la personalidad individual y condición vital de cada inversor. La sensación e intención de “jugar más y más en bolsa” (no invertir) de forma compulsiva y más aún, si se entra en pérdidas considerables, suele terminar en resultados nefastos para el bolsillo del propio inversor, y la sensación psicológica negativa de no haber sabido controlar los impulsos primitivos que distinguen a los buenos inversores del resto.
- La envidia: El seguimiento de las masas inversoras de forma borreguil, considerando que si todos compran un determinado valor cotizado es porque tienen la razón inversora, es más común de lo que parece y es otra actitud psicológicamente equivocada, demostrada históricamente en colocaciones bursátiles de acciones acompañadas de un boom mediático que advertía cosas como:“Los pocos títulos disponibles destinados para el mercado minorista”…”Los análisis futuristas de amplias revalorizaciones del valor”. Al final, la sensación de no dejar perder la gran oportunidad bursátil, es lo que hace que muchos miles de inversores realicen compras compulsivas de acciones, que no se ajustan a su perfil inversor, ni se adaptan convenientemente a su cartera de inversión prevista.
- La soberbia: Aprender a invertir, es como vulgarmente se manifiesta en los mercados: “Como aprender a montar en bici”. Para los nuevos inversores, la sensación personal de estar más cualificado y preparado técnicamente para operar en la bolsa de valores de lo que en realidad están, es lo que marca un punto de soberbia, que los mercados se encargarán de corregir de la manera más cruel y que derivará en dos caminos, uno el del abandono de las aspiraciones bursátiles y otro, el del reconocimiento de los errores pasados cometidos y búsqueda del asesoramiento o formación necesaria para seguir teniendo opciones válidas de conseguir el deseado, buscado y algún día logrado éxito inversor.
CONSEJOS SOBRE ACTITUDES CORRECTAS EN BOLSA
La actitud correcta en los mercados de valores para realizar operaciones que nos proporcionen buenos dividendos y plusvalías, se acercan más, a evitar tener conceptos u opiniones de uno mismo excesivamente altas, por lo que un poco de humildad ante nuestra propias dudas, un control de la ansiedad o la seguridad extrema y disciplina en los momentos de la ejecución de nuestra estrategia inversora nos puede colocar en la buena senda inversora.
En todos los casos, recoger una fiable información sobre el estado financiero de las empresas elegidas para la compra de acciones y siendo contrastada con otras de su sector, más la valoración de la actual situación económica, nos reforzará a la hora de tomar decisiones que minimicen el riesgo asumido y que psicológicamente nos puedan aportar cierta tranquilidad y seguridad de estar haciendo lo correcto.
Todos los inversores sensatos tenemos siempre el temor de que cualquier noticia económica relevante y negativa pueda generar la caída del mercado en cualquier momento, por tanto, los pequeños y medianos inversores debemos tener siempre un plan de inversión con un objetivo de medio-largo plazo y que debidamente diversificado, nos proporcione la estabilidad emocional y seguridad financiera necesaria libre de estados psicológicos negativos como pueden ser…La avaricia…La envidia… y… ¡¡¡ La soberbia !!!
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La frase elegida para este artículo dice así: “La bebida apaga la sed, la comida satisface el hambre; pero el oro no apaga jamás la avaricia”, Plutarco.
One Response to “Psicología inversora: Avaricia, envidia y soberbia”
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