En el mundo de la inversión en los mercados de valores existen muchos estereotipos basados en las creencias para muchos pequeños y medianos inversores o futuros participantes en los parqués sobre que, las personas que poseen una gran cantidad de dinero siempre suelen realizar inversiones de alto riesgo financiero, técnicamente sofisticadas, muy diversificadas o carentes del prudente control dinerario en su afán por ganar cada día más.
Nada más lejos de la realidad, aunque el estilo de vida de algunos de los afortunados millonarios parezca que se despreocupa de sus inversiones, no es así, normalmente depositan su confianza en gestores profesionales que les asesorarán convenientemente a la hora de colocar parte de ese capital en los mercados de Bolsa, entre otros activos financieros (diversificación), que les pueden generar mayores beneficios en el conjunto de su plan de inversiones. Pues si ellos saben cómo mantener o incrementar su capital… ¿Por qué nosotros no podemos intentar imitar sus operativas?… Veamos algunos consejos muy útiles para seguir los acertados pasos de los ricos mejor asesorados:
- Saber cuánto estaremos dispuestos a perder: La idea principal del nuevo inversor siempre consiste en ganar, pero en muchas ocasiones por desacierto inversor toca perder. Es básico saber desde el principio antes de proceder a la inversión qué cantidad de dinero estaremos dispuestos a perder, sin que ello, suponga un grave riesgo o fuerte perjuicio para nuestras propias finanzas personales. Deberemos recordar que: “A mayor beneficio le acompañará siempre un mayor riesgo financiero”.
- La búsqueda del chollo bursátil: Es muy difícil acertar en la compra de acciones de una nueva empresa (por ejemplo tecnológicas del tipo Amazón, Twitter, Google…etc.), que meses después se dispare en la Bolsa y multiplique su cotización proporcionando rentabilidades de varios dígitos. Lo normal para los ricos es elegir buenas empresas que tengan un negocio rentable, con pronóstico favorable de seguir generando beneficios futuros o nuevas empresas del parqué donde el precio de sus acciones en relación con su actividad de negocio les compense el binomio rentabilidad-riesgo.
COMISIONES, PUBLICIDAD Y PSICOLOGÍA INVERSORA
El conocimiento y la comparación de las comisiones que nos pueden cobrar por los distintos servicios financieros se acentúan cuando nos referimos a la inversión bursátil, los ricos inversores suelen buscar los menores costes dentro de la diversificación de su patrimonio. Un gran coste en comisiones no garantiza unas mayores rentabilidades para el inversor. Así mismo, el hecho de que los medios de comunicación realicen “campañas de promoción” de algunas empresas cotizadas o sector bursátil determinado no implica, que éstas sean mejores que otras para invertir existiendo de forma periódica en los mercados épocas de fuerte presión publicitaria hacia los potenciales inversores (como ejemplo recuerden el cercano caso Bankia).
Por último, la psicología del inversor nos recuerda y enseña que aunque las personas ricas pueden permitirse soportar unas pérdidas dinerarias superiores al resto de los inversores más modestos, la actitud emocional y el ánimo no entiende de cifras, lo que para un afortunado millonario puede suponer pasar “malas noches” con pérdidas del 10% del capital invertido, para pequeños inversores lo pueden padecer perdiendo un 3% de su dinero. El hecho de ser poseedor de más dinero que la media de la población, no exime de tener problemas psicológicos, emocionales y personales al tener que asumir pérdidas bursátiles.
Tener más dinero nunca es un seguro de inversiones de éxito, por tanto, si eres un pequeño inversor capaz de realizar un buen plan de inversión y sigues la estrategia previa marcada antes de invertir en Bolsa de forma disciplinada y responsable… “Tú puedes invertir como los ricos”.
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La frase elegida para este artículo dice así:
Por muy elevado que la fortuna haya puesto a un hombre, siempre ha necesitado un amigo
Séneca