Son muchos los indicadores existentes en el mundo del análisis técnico a la hora de realizar estudios, cálculos, planes de inversión, estrategias o simples comparaciones entre distintos valores en el momento esencial de realizar la compra de acciones de un determinado valor cotizado o índice representativo en los mercados de Bolsa.
Siguiendo con nuestro habitual afán de incrementar la formación inversora desde Consejos de Bolsa y especialmente dedicado para los pequeños y medianos inversores, hoy vamos a conocer un indicador técnico que les puede facilitar o por lo menos apoyar sus propias conclusiones bursátiles, en su lógica búsqueda de realizar una apuesta inversora que le pueda proporcionar buenas rentabilidades, asumiendo el menor riesgo posible, dentro de que estamos hablando de inversión en renta variable, lo que nunca estará exenta de peligros financieros para el inversor.
¿QUÉ ES EL INDICADOR ROE? (Return On Equity)
Técnicamente su definición es la siguiente: “Es un ratio utilizado para realizar análisis de las entidades financieras, mediante la medición de la rentabilidad obtenida por la entidad sobre sus recursos propios”. Para obtener su cálculo, se divide el beneficio neto conseguido entre sus recursos propios (capital más reservas).
Una vez que sabemos que es el ROE, veamos cual puede ser su utilidad desde el punto de vista del pequeño inversor y como le puede ayudar a comparar distintas empresas financieras para saber si están sus acciones caras o baratas y poder tomar la decisión más acertada en su cercana próxima inversión.
¿QUÉ UTILIDAD TIENE EL ROE PARA EL INVERSOR?
La primera utilidad para el inversor es que este indicador es independiente del precio que marquen en el mercado las acciones de las empresas cotizadas, por lo que: “Le aísla de la posible contaminación mediática alcista o bajista”. El indicador ROE tiene la particularidad de presentar la rentabilidad que puede estar dando un proyecto empresarial desde que empezó a cotizar en los mercados e incluso antes, por lo que nos servirá para ver la evolución financiera de la misma, si cumple con unos parámetros adecuados de rentabilidad y sobre todo, si el mercado actualmente refleja en la cotización de sus títulos la calidad de su gestión y beneficios.
Por lo tanto, si observamos que el valor del ROE de una empresa en Bolsa es del 25% deberemos tener en cuenta que esta situación de alta rentabilidad atraerá el interés de otras empresas para intentar producir lo mismo y competir mediante bajadas de precios en sus productos, lo que por lógica financiera, estrechará los márgenes de beneficios y perjudicará la cuenta de resultados de la primera. Tras la aparición de la agresiva competencia, el ROE de la primera empresa que en su momento alcanzó el 25% ó 30%, puede caer a niveles inferiores al 15% -10%, donde llegado a este punto suele desaparecer el interés empresarial motivo de sus altas bajadas de precios.
CONCLUSIONES SOBRE EL INDICADOR ROE
Como hemos podido aprender, si en un sector bursátil determinado empiezan a aparecer empresas cuyos índices ROE son elevados, sus empresas competidoras harán lo posible por volver a ocupar la parte de mercado que pueden haber perdido y para ello, harán todo lo posible para terminar con dicha ventaja empresarial.
Traducido al lenguaje coloquial para nuestros pequeños y medianos inversores deberemos tener presente estos dos consejos:
- Si existe una demanda fuerte de un producto y una empresa consigue tener un ROE elevado, acudirá la competencia para intentar recortar sus beneficios futuros.
- Si vemos que algunas empresas presentan un ROE muy elevado, junto al análisis y verificación de otros indicadores técnicos o fundamentales, podremos llegar a la conclusión financiera de que en ese momento la Bolsa está cara y…¡¡No deberemos invertir en sus acciones cotizadas!!
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La frase elegida para este artículo dice así:
«Los pobres se envanecen de sus gastos; los ricos, de sus economías».
Abel Bonnard