¿Qué pasa con las acciones si quiebra un país?

Queridos inversores, las dudas, la desconfianza y los miedos en las inversiones siempre son elementos constantes del día a día y más aún, cuando dicha inversión se realiza en los mercados de renta variable mediante la compra de acciones de empresas cotizadas en Bolsa. Por ello, hoy especialmente dedicado para nuestros “pequeños y medianos inversores”, nos hacemos eco de una pregunta que nos suelen hacer algunos lectores de esta sección: “¿Qué pasa con las acciones si quiebra un país?”

En los mercados se considera primordial la relación que puede existir entre el beneficio de una inversión y el riesgo que conlleva esta, no obstante, el conocimiento del “terreno en el que nos movemos” es muy importante para poder valorar si dicho riesgo puede ser asumido de una manera consciente y estudiada o por el contrario, deberemos adaptar nuestra estrategia inversora adecuándola a nuestro perfil como participante en los mercados de Bolsa.

Dentro del mar de dudas psicológicas que suele inundar a los inversores noveles se suele recurrir a plantear la cuestión de si en una inversión compuesta de acciones – ideada para el largo plazo – debido a circunstancias económicas, financieras o bélicas adversas…¿Se podría llegar a perder todo el capital invertido? La respuesta más lógica y fácil sería decir que SI, pero la historia bursátil europea y mundial nos ha demostrado que no siempre ha ocurrido eso en casos enormemente graves de conflictos armados entre distintas naciones e incluso cuando han existido y sufrido guerras civiles.

Veamos dos casos representativos ocurridos en Europa durante el pasado siglo XX y que repercusión efectiva tuvo sobre los inversores que en esos momentos tenían en su posesión acciones de las diversas empresas que cotizaban en las bolsas del momento:

  • Alemania (Finalizada la segunda Guerra Mundial 1945): Una vez finalizado el conflicto – que duró 6 años – con la derrota de las tropas de Hitler y que dejó el país en una ruina casi absoluta, a cada alemán, el nuevo Gobierno le entregó 50 marcos nuevos. Pero los más afortunados fueron los poseedores de acciones de empresas como Mercedes, Volkswagen o del sector bancario como el Deutsche Bank, que mantuvieron el número de títulos – los que tenían antes de la guerra – por lo tanto fueron los primeros en beneficiarse del posterior despegue económico surgido gracias a las aportaciones económicas de los “países vencedores”, recuperando su inversión en un principio para finalmente sacarle una alta rentabilidad pasados unos años.
  • España (Guerra Civil 1936-1939): Tras tres años de guerra incruenta entre los dos bandos combatientes – nacionales y republicanos – el dinero emitido por el Frente Popular perdió todo su valor al finalizar la contienda, por lo que los que eran poseedores de billetes republicanos terminaron viendo volatizarse todo su capital. Es lo mismo que ocurrió con los depósitos o las cuentas e incluso la deuda pública del Gobierno “perdedor”. Sin embargo, las acciones de empresas cotizadas siguieron su camino y dando por descontado que los títulos tardaron un tiempo en dar beneficios, al final sus titulares pudieron rentabilizar su inversión realizada en los años anteriores a la guerra.

COMENTARIOS Y CONSEJOS

Lo normal es que si se tienen acciones de una empresa y esta entra en quiebra se pierda el capital invertido, pero debemos tener en consideración que esta posibilidad es más remota cuando se invierte en los denominados “Blue Chips” – valores con alta capitalización bursátil – que en el IBEX35 estarían representados por Santander, BBVA, Telefónica, Inditex etc.

Cuando finaliza un conflicto bélico o una grave crisis política e institucional prevalece siempre la responsabilidad o irresponsabilidad del “ganador de turno” que en los casos de ser grupos de talante totalitario o formarse regímenes socialistas/comunistas, suelen proceder a suspender o limitar bajo supervisión la propiedad privada, cerrar las bolsas de valores, confiscar los bienes y patrimonios y expropiar empresas del ámbito nacional e internacional situadas en el país. En estos casos, el hecho de tener acciones con anterioridad al cambio de régimen –que también desaparecerán – sería quizás… ¡¡¡ El menor de nuestros problemas !!!

(Ver artículosLos responsables de la situación financierayEl economista y el pescador”).

La frase elegida para este artículo dice así: “La guerra es una masacre entre gente que no se conoce para provecho de gente que si se conoce pero que no se masacra”, Paul Valèry.
Nosotros desde Consejos de Bolsa, seguiremos comentando sobre temas de economía y finanzas para lectores como usted. Esto será otro día.

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