En demasiadas ocasiones se le asignan nombres extraños, complejos o un tanto equívocos a ciertos productos financieros, por parte de algunas entidades bancarias con la idea de hacerlos más atractivos hacia los pequeños y medianos inversores y ahorradores en general.
Durante años son muchos los casos pasados y presentes donde quizá, algunas entidades financieras con sucursales físicas o virtuales se excedan en las denominaciones aplicadas a estos productos con títulos especialmente atractivos del tipo: “Rentabilidad garantizada”… “Facilplan”… “Seguribex”… “Depósitos garantizados”… “Renta segura”… etc. ¡Casi todo vale! Para generar por parte de las empresas financieras el mayor interés en los clientes que se están planteando la posibilidad de gestionar sus ahorros o capital destinado a la inversión a través de los numerosos y diversos productos existentes en los mercados de renta fija, renta mixta o renta variable.
La complejidad de dichos nombres hace que el cliente-inversor se pueda encontrar desconcertado (cuando no equivocado) sobre lo que va a contratar a la hora de sentarse frente a su gestor bancario, o lo que es peor, frente al comercial de turno que con “la chuleta en mano”, intentará vendernos el producto designado siguiendo las instrucciones y los intereses de su misma empresa financiera, que lo utilizará lógicamente para captación de mayor liquidez, aumento del número de clientes o simplemente, por el beneficio empresarial vía comisiones percibidas a la hora de colocar dicho producto.
Sabiendo todo esto, es hora de conocer aquí en esta sección de Consejos de Bolsa algunos detalles que nos pueden alertar sobre la capacitación de nuestro comercial bancario y la complejidad del producto que éste nos ofrece, para ello, deberemos tener en cuenta ciertas puntualizaciones que se deben requerir antes de comprar el producto como puedan ser las siguientes:
- Utilizar un lenguaje lo más simple y coloquial posible.
- ¿Qué activos forman este producto?
- ¿Qué riesgo tiene la inversión?
CONSEJOS ANTES DE COMPRAR UN PRODUCTO FINANCIERO
El lenguaje utilizado ante el futuro ahorrador o inversor novel por parte del empleado de banca será primordial para que éste pueda entender (dentro de su formación cultural y financiera), la mayor o menor complejidad del producto, sus características financieras, riesgos, posibles rentabilidades futuras o cargas fiscales posteriores. Los graves problemas dinerarios y perjuicios que suponen las “participaciones preferentes”, desde hace unos años, para los pequeños ahorradores a nivel nacional obligaron a las entidades financieras en la actualidad a reflejar por escrito y firmado, el nivel de riesgo que puede asumir cada cliente-inversor.
Los activos que componen el producto pueden ser muy variados entre renta fija, derivados, bonos, obligaciones, acciones, etc. Por lo tanto, es necesario saber con anterioridad a la inversión en qué se mete uno, para luego no llevarse el susto y el disgusto de poder llegar a perder más dinero del previsto. Los conceptos de renta fija y variable no siempre representan el binomio seguridad/riesgo, sirva como ejemplo, que una empresa puede poner a la venta pagarés o deuda de baja calidad (con un alto interés)… ¿Nueva Rumasa??… y posteriormente, por problemas financieros, empresariales o laborales, dar en quiebra… En este caso, la posibilidad de recuperar la inversión y salvar la apuesta monetaria será prácticamente… ¡Nula!
En demasiadas ocasiones, por efecto del desconocimiento financiero entre el comercial bancario o para evitar que el cliente perciba excesivas complejidades y se retracte en su compra se ahorran explicaciones básicas y necesarias. Debemos recordar siempre, que el vendedor con buena fe tiene la obligación laboral de colocarnos su producto y por ende, nosotros para proteger nuestro dinero tendremos que conocer (antes de firmar) y al máximo posible…“Qué producto financiero me están vendiendo”.
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La frase elegida para este artículo dice así:
No se debe ser demasiado severos con los errores del pueblo, sino tratar de eliminarlos por la educación.
Thomas Jefferson