¿Qué riesgo financiero puedo soportar?

Somos millones de inversores los que actualmente participamos diariamente en los mercados de valores a nivel mundial y considerando, que según las estadísticas publicadas la población humana de este planeta rondan ya los 7.000 millones de personas deberemos establecer, que por lógica existen casi tantos perfiles de riesgo financiero como inversores hay en las diferentes Bolsas.

Cada futuro pequeño y mediano inversor que se plantea invertir parte de su capital o ahorros para poder obtener mayores rentabilidades por su dinero a través de los mercados de renta variable, no deja de ser una particularidad muy personal, a la hora de ser evaluado o clasificado según su nivel para asumir riesgos dinerarios. Para ello se deberá conocer antes de la inversión real el perfil de cada individuo, según sea su formación, capacidad técnica, medios, aptitudes psicológicas y por supuesto, la capacidad financiera de la que dispone éste para poder soportar las lógicas etapas o periodos temporales cíclicos de fuertes correcciones bajistas en los mercados bursátiles.

Partiendo de la base que las primeras inversiones se deben realizar por los inversores noveles con vistas al medio-largo plazo temporal (3, 5, 7… años), deberemos recordar para todos nuestros muchos lectores y seguidores de esta sección Consejos de Bolsa, una definición clara sobre el llamado “Perfil de Riesgo”: “Es un indicativo sobre la capacidad del inversor particular para asumir pérdidas dinerarias en Bolsa”. Este indicativo o clasificación financiera es diferente para cada inversor y determinará su propia aversión al riesgo. Veamos los 4 principales perfiles inversores que utilizan las gestoras y las entidades bancarias antes de orientar las inversiones de sus clientes:

1. Inversor agresivo: Este tipo de inversor suele estar muy preparado técnica y financieramente conociendo muy bien los mercados y destinando un porcentaje muy elevado de su capital hacia la renta variable (pura y dura). Sus inversiones abarcarán diferentes acciones, fondos de alto riesgo o productos derivados complejos como puedan ser…futuros, opciones, warrants…etc. Este tipo de apuesta inversora podrá llegar a ser muy rentable en muy corto plazo, al igual que puede generar fuertes pérdidas e incluso la rápida entrada en deudas financieras.
2. Inversor dinámico: Este inversor suele tener altos conocimientos sobre inversiones y experiencia bursátil. Es conocedor o usuario de productos como las acciones, fondos de inversión mixtos (40/60) y planes de pensiones utilizando el análisis técnico y fundamental para operar en los mercados. Puede rentabilizar adecuadamente sus inversiones por encima de la media, pero asumiendo todavía un elevado riesgo financiero.
3. Inversor moderado: Este inversor suele utilizar productos o activos financieros con un nivel menor de renta variable (80/20), para intentar obtener rentabilidades medias anuales cercanas al 3%, 4% o 5%, por lo que asumirá menores riesgos financieros y a su vez, en caso de subidas en las bolsas o la renta variable su rentabilidad será muy inferior a la media del mercado.
4. Inversor conservador: Este tipo de inversor menos experimentado y con fuerte aversión al riesgo suele provenir de la renta fija de siempre y los depósitos bancarios a plazo fijo. Su carácter predominante será la de ahorrador y siempre preferirá los bonos, letras, depósitos, cuentas corrientes…etc. Su lema principal será…”No perder nunca un euro”… y para ello, siempre sabrá la rentabilidad total a recibir a vencimiento del producto.

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En esta actualidad financiera del año 2017, no están los tiempos para destinar todas las inversiones a la renta fija o los depósitos a plazo fijo, debido a los tipos de interés situados desde hace muchos meses en mínimos históricos, lo que ocasiona que se pueda llegar a rendimientos negativos de una inversión una vez descontadas las retenciones y pagados los impuestos correspondientes.

Cada inversor es un mundo y cada apuesta inversora tiene sus propias ventajas e inconvenientes financieros para sus bolsillos. Es imprescindible conocer previamente a la inversión real cada perfil personal como inversor y adaptarse al mercado asumiendo de manera sensata y prudente los riesgos adecuados.

El paso del tiempo, la experiencia en los mercados, las posibles ganancias o pérdidas y las propias aptitudes formativas del inversor podrán favorecer progresivamente una mayor cualificación inversora y poder asumir mayores riesgos. Mientras estas circunstancias positivas se observan o adivinan en un horizonte financiero personal todavía lejano, no estará de más conocer, aprender y asimilar hoy: “¿Qué riesgo financiero puedo soportar?”.

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La frase elegida para este artículo dice así:

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Stan Weinstein