Queridos inversores, durante muchas semanas hemos visto, oído y leído, que una de las soluciones para los graves problemas de solvencia bancaria española inmersa en la actual crisis económica podría ser la creación de “un banco malo”, la palabra en verdad no suena nada bien, pero hoy para nuestros “pequeños y medianos inversores”, vamos a conocer en qué consiste y cuáles son sus principales características.
Las noticias aparecidas en las agencias de información sobre las decisiones que está adoptando estos días el Eurogrupo en Bruselas, indican que Europa firmará un Memorándum de Entendimiento para el rescate de la banca española y que –entre otras- una de la condiciones para dicho acuerdo, será la creación de un banco malo único para integrar todos los “activos tóxicos” de las entidades afectadas por disponer de un excesivo stock de propiedades, hipotecas y préstamos de difícil o imposible cobro, que lastran en la actualidad sus balances y la posibilidad de funcionamiento normal como fuente de préstamo para las empresas y particulares.
Sabiendo la intención de los organismos comunitarios sobre la banca de España, debemos describir: ¿Qué significa crear un banco malo?, Para ello consideraremos que un banco malo es una entidad o institución financiera encargada de la transferencia de activos “de mala calidad” de las entidades bancarias, creando un organismo de propiedad pública que será el encargado de proceder a la liquidación de los mismos.
No suena mal para las entidades financieras, pero esto tiene su parte negativa para las arcas del Estado, ya que al comprarles los créditos de difícil rentabilidad o ninguna a los bancos, mediante unos precios que intermediarán entre el valor del mercado y el valor contable del activo, el organismo estatal asume las pérdidas de la posterior venta a la baja de dichos productos asumiendo las minusvalías que estos conlleven.
Llegados a este punto, el problema no solo es financiero –que lo es- si no más bien afecta a la moral pública, dado que al final de todo este tipo de soluciones se termina haciendo cargar con las pérdidas dinerarias a los contribuyentes que nada han tenido que ver y que no son culpables de ninguno de estos errores cometidos durante años de mala gestión o negligencias de gobernanza como son:
- Fallos flagrantes de cálculos de riesgo asumidos.
- Concesiones de créditos carentes de cualquier tipo de rigurosidad financiera.
- Lucha descarnada entre las entidades por aumentar balances de forma vehemente.
- Falta de control de los organismos reguladores estatales, en especial la entidad principal que es el Banco de España.
- Por último, tras las negligencias e incluso actuaciones presuntamente de tipo delictivo de algunos directivos de entidades financieras españolas –pendientes de declaración ante los jueces– debemos destacar la actitud inmovilista e incompetente de algunos políticos locales, regionales, autonómicos y ante todo estatales de gobierno, que ante la llegada de la crisis, optaron por: “Esconder la cabeza haber si esto pasaba rápido» o en el peor de los casos, “Apartarse de los Consejos de Administración de las entidades bancarias previo lucroso e indecente indemnización millonaria…ante los resultados de sus nefastas gestiones y pésimas decisiones adoptadas”.
COMENTARIOS Y CONSEJOS
Si la función de un banco malo es mejorar la situación financiera de las entidades bancarias, ya sabemos que es un recurso excepcional para momentos excepcionales como el actual. La protección del sistema bancario es primordial para cualquier país económicamente avanzado.
La idea del ejecutivo español y sus socios de la zona euro- es en la teoría- que una vez que los bancos se desprendan de dichos activos tóxicos, estos, volverán a dar créditos a las empresas o clientes particulares que ofrezcan un proyecto viable, coherente con las posibilidades de negocio actuales y que presenten un nivel aceptable de solvencia. Por lo tanto, la creación de un banco malo obliga al Gobierno a recapitalizar las entidades insolventes, nacionalizarlas o en el peor de los escenarios proceder a su liquidación y extinción.
Parece ser según los economistas, que la creación del banco malo es una solución para superar la “corrupción de los balances bancarios”, en forma de mala utilización de recursos del sistema, nula distribución adecuada del crédito, distorsiones en los cálculos del capital, influencia en la deuda pública y consecución de los objetivos de déficit presupuestario estatal establecido por Bruselas.
Como hemos leído, a la pregunta del título de este artículo sobre: “¿Qué significa crear un banco malo?”, solo podemos añadir que parece ser otro trago amargo –como la prima de riesgo– que nos hace pasar esta larga y pesada crisis económica. Por lo que al resto de los recortes monetarios pasados y venideros que sufriremos los españoles, habrá que añadirles: “La salvación con dinero público del sistema bancario”, y es que en España… ¡¡¡ nosotros somos así de generosos con los demás !!!
(Ver artículos “Precaución ante los productos estructurados” y “Los principales errores del inversor”).
La frase elegida para este artículo dice así: “Nada se parece tanto a la injusticia como la justicia tardía”, Séneca.
Nosotros en Consejos de Bolsa, seguiremos la actualidad económica y de los mercados para lectores como usted. Esto será otro día.