El gobierno ha puesto en marcha la gran reforma financiera con la que se quiere lograr que la banca española vuelva a gozar de credibilidad en los mercados y en Comparativa de Bancos te vamos a explicar en qué consiste en una serie de artículos.
Para ello se exige a las entidades que dispongan de más dinero ante las eventuales pérdidas por la exposición al ladrillo y se pretende conseguir que el crédito vuelva a fluir hacia familia y pequeñas y medianas empresas.
Esa reforma financiera exige a las entidades españolas que “provisionen” 50.000 mil millones de euros en 2012, o lo que es lo mismo, depositar ese dinero en una “hucha” para hacer frente a los problemas que puedan surgir de los activos dañino. En su mayoría esa cantidad tendrá que salir de los beneficios que tengan los bancos. Pero, ¿Por qué tienen las entidades financieras que provisionar más dinero?
Se estima que la banca de nuestro país tiene en riesgo 175.000 millones de euros que concedió a los promotores durante la burbuja inmobiliaria. Ante la posibilidad de que una parte de esos créditos otorgados nunca sean recuperados, las entidades han guardado desde 2008 cerca de 66.000 millones de euros para cubrir las posibles pérdidas que devengan de la no devolución de los fondos prestados para comprar suelo o construir casas.
El gobierno y los mercados consideran que esa cantidad provisionada de 66.000 millones de euros no es suficiente y que para devolver la confianza en nuestro sistema financiero es necesario demostrar mayor fortaleza en las cuentas. Los 50.000 mil millones de euros de provisiones que se unirían a los 66.000 millones ya existentes se establecerán de la siguiente manera.
¿De dónde salen esos 50.000 millones?
La cantidad necesaria se obtendría de tres tipos de aportaciones distintas:
- Una provisión extra de 25.000 millones de euros para los activos inmobiliarios problemáticos (pisos, promociones y solares; y créditos morosos y en cuarentena que estén vinculados a la promoción). Esta provisión específica se hará con cargo a los resultados de las entidades.
- Una provisión denominada genérica de 10.000 millones de euros. Esta cantidad está dirigida a la posibilidad de que una parte del crédito destinado al ladrillo que de momento no presenta problema pueda darlos en un futuro próximo. Con esta cantidad se pretende cubrir el 7% del crédito a los promotores que no presentan problemas
- Y otros 15.000 millones de euros que provienen de un colchón de capital del 20 % sobre suelo y del 15% para promoción en curso. Este dinero no se resta de los beneficios de las entidades sino que proviene de los fondos propios como por ejemplo los beneficios de años anteriores o ampliaciones de capital
La suma de todas estas cantidades provisionadas asciende a 116.000 millones de euros para cubrir las pérdidas del ladrillo. Las entidades tendrán que cumplir con estos nuevos requerimientos antes del 31 de diciembre de 2012, salvo en el que caso de que participen en un proceso de fusión con el visto bueno del Banco de España. En ese caso tendrán de plazo hasta finales de 2013.
Pero además de lograr devolver la confianza a los mercados el gobierno persigue con esta reforma conseguir que el grifo del crédito se vuelva a abrir para las familias y las pequeñas y medianas empresas. La teoría implica que al provisionar más millones se fortalece la solvencia de los bancos y eso debería conllevar un aumento en la confianza del sector financiero español. Eso permitiría a nuestros bancos volver a salir a los mercados mayoristas en busca de liquidez que posteriormente se trasladaría a familias y empresas. Eso es la teoría y lo que se espera desde el Ejecutivo aunque la mayoría de expertos cree que el fuelle del crédito se notará más a medio que a corto plazo.
La otra pregunta que hay que formularse es sí todo este sistema de provisiones, además de permitir abrir el grifo del crédito, implicará una rebaja en el precio de los pisos. Teóricamente debería ser así, y así lo creen también los expertos que se han pronunciado al respecto y es que los bancos tendrán más interés en vender sus activos con descuento porque el mantenerlos les supondrá tener que destinar más dinero en provisiones. Quienes más posibilidades tienen de rebajar el precios de los activos inmobiliarios son las entidades más débiles porque tendrán menos margen y menos beneficio para esas provisiones.