Queridos inversores, en el complicado, interesante y arriesgado mundo de las inversiones en bolsa y el sector económico-financiero productivo existe una gran diversidad en la gestión de los patrimonios de las empresas cotizadas así como formas de retribuir a sus propios inversores. Por ello, hoy para nuestros “pequeños y medianos inversores”, en un lenguaje lo más coloquial posible, vamos a conocer: ¿Qué son los programas de recompra de acciones?
La mayoría de los participantes en los mercados de renta variable hemos oído hablar de que algunas empresas mediante aprobación de sus juntas de accionistas o simplemente a través de la potestad atribuida de sus consejos de administración, adoptan la decisión de realizar programas de recompra de acciones. La medida en un principio suele ser buena para el inversor –salvo excepciones- pero un gran número de pequeños inversores suelen desconocer las ventajas que le pueden generar esa aptitud empresarial y los beneficios concretos que supone para su paquete accionarial desde el punto de vista inversor.
Las numerosas fuentes actuales de información económica y financiera a través de los distintos medios de comunicación especializados en los mercados, frecuentemente utilizan unas expresiones similares a: “La tasa de crecimiento global de la empresa “X” se verá elevada por su expansión”. Traducido para los inversores menos avezados sería algo como: “La empresa tiene muchas posibilidades de crecer en su negocio y seguir generando beneficios en un futuro”. La noticia aunque positiva para el inversor, no es tan importante como pueda ser lo que se denomina… el crecimiento por acción.
La diferencia esencial entre crecimiento global y crecimiento por acción radica en que la primera es útil para el largo plazo, pero la segunda, se refiere a una maniobra financiera que aportará de forma muy directa valor al inversor en breve espacio temporal. Veamos un ejemplo muy básico y práctico a efectos didácticos de las ventajas de los programas de recompra de acciones en bolsa:
- Empresa de fabricación “X” .
- Cotización actual en bolsa: 50 euros.
- Acciones en circulación: 100.000
- Capitalización en el mercado: 5,000.000 de euros.
- Beneficio acumulado para este año: 1,000.000 de euros.
La dirección de la empresa “X” se encuentra molesta porque las ventas de este año han sido las mismas que el pasado, por lo que la tasa de crecimiento ha sido 0% y piensan de que manera compensar a sus accionistas para que sigan confiando en la gestión empresarial. La solución acordada es la de proceder a ejecutar un programa de recompra de acciones, utilizando para ello las ganancias de este año – 1,000. 000€ –
Siguiendo con el ejemplo, el CEO de la empresa –máximo ejecutivo- “va al banco” y coge 1 millón de euros, compra 20.000 acciones de la propia compañía (a 50€ la acción) y junto a su Consejo de Administración deciden “destruirlas” por lo que dejan de existir en el mercado. Esto supone que solo quedarán 80.000 acciones de la empresa “X” en circulación, por lo que para el accionista cada acción que posee ya no representará el 0,001% de la compañía si no que en ese momento pasará al 0,00125% que traducido en valor de cada título…¡¡¡ Lo aumenta un 25% !!!
COMENTARIOS Y CONSEJOS
El ejemplo didáctico expuesto anteriormente refleja los beneficios para el inversor particular o corporativo del programa de recompra de acciones en una empresa, proporcionándole a sus propietarios –accionistas– un valor añadido en base a su mayor porcentaje de participación en la misma.
El hecho de que la compañía no haya tenido crecimiento positivo este año no exime a ésta de crear opciones para beneficiar a sus accionistas que de seguir siendo fieles a los títulos durante largo periodo de tiempo, podrían llegar a tener en sus manos – en casos extremos – un porcentaje tan importante de acciones que le permitan tener derecho a tomar decisiones dentro de la gestión de la empresa por la vía del consejo de administración.
Para los inversores de menor capacidad financiera siempre será una opción más a comparar a la hora de decidir en qué valor invertir, teniendo siempre la consideración y precaución de verificar que los fundamentos de la empresa elegida sean sólidos, los beneficios recurrentes y tenga un buen posicionamiento en su sector.
(Ver artículos “¿Se puede ganar en Bolsa sin ser un experto?” y “El reconocimiento de los errores en la inversión”).
La frase elegida para este artículo dice así: “Aprovechar un buen consejo requiere de más sabiduría que darlo”, John C. Colina.
Nosotros en Consejos de Bolsa, seguiremos informando y comentando temas de economía y mercados para lectores como usted. Esto será otro día.