Queridos lectores y “pequeños y medianos inversores”, en las inversiones en bolsa al igual que en cualquier otro tipo de actividad financiera, existen unas reglas de “juego”por las que los mercados se rigen, pero hoy, vamos a ver y aprender la presencia de otras “artes”, rarezas y trucos en las inversiones en general.
El conocimiento de algunas de estas extravagancias o montajes (“chiringuitos financieros rodeados de tiburones”), que por desgracia abundan, nos tiene que llevar a ser muy cuidadosos a la hora de depositar nuestro dinero en manos de personas o entidades de conducta un tanto opaca y que prometan rentabilidades fabulosas muy por encima del mercado.
RAREZAS:
Para empezar, el mundo bursátil está lleno de cuentos, leyendas y estadísticas adaptadas de una manera más o menos científica, que explican cual va a ser el recorrido del mercado o cuando no se debe invertir según el “saber popular” y lo conjuga con eventos tan “importantes” como son:
- Los meses de mayo y octubre (estadísticamente bajistas, con excepciones).
- La astrología (en su versión zodiacal y esotérica).
- El rallye de fin de año (que muchas veces ocurre).
- La final de la Super Bowl: Esta tiene una gran cantidad de fieles en los mercados USA, donde dependiendo del ganador de la final, especialmente si es de la Conferencia Nacional (NFC), el índice Dow Jones Industrial históricamente sufre una subida, porque los inversores consideran que va a ser un “buen año” en la bolsa (como anécdota diremos que acierta el 78,5% de las veces) y este año a ganado un equipo NFC, o sea que los presagios deben ser buenos, por lo menos para los norteamericanos.
TRUCOS:
Este tema es bastante más serio que el de las rarezas. Estamos hablando de fraudes, apropiaciones indebidas, estafas o falsedades en documentos públicos.
Históricamente en este país ha habido algunos “escándalos” financieros que por su importancia material y sobre todo por verse afectados gran cantidad de ahorradores, han trascendido a la opinión publica y sacado los “colores” al Gobierno de turno, y por defecto, a los supervisores que durante meses o años dejaron que el “tinglado” creciera sin poder o saber atajarlo a tiempo.
Casos como Sofico Renta que en 1974 ofrecía hasta un 12% de interés a los inversores para la compra de apartamentos en la Costa del Sol, fue clamoroso el engaño para miles de españoles que vieron volatizarse su dinero en una empresa que 5 años antes había recibido el premio “Medalla de Plata al Mérito Turístico” por parte del Ministerio de Información y Turismo.
Avanzando en el tiempo podemos ver otros casos de estafas muy notorias como Afínsa y Forum Filatélico donde el “negocio” se fue formando de boca a boca entre familiares, conocidos y compañeros de trabajo. La trama se fue tejiendo entre altas rentabilidades sin que nadie hubiese visto los sellos y monedas que avalaban dicha inversión. El final siempre es el mismo, los juzgados, perdida del capital y de la confianza inversora.
En la más reciente actualidad tenemos el caso Madoff en Estados Unidos donde, como si de una película se tratase, participaron coches, casas de lujo y amistades en las más altas instancias políticas o económicas, en un conglomerado de apariencia intachable que hizo perder mucho dinero a personas de altos ingresos y “caros asesores financieros”.
CONSEJOS:
La estafa piramidal es tan simple como captar unos primeros clientes con la promesa de una alta rentabilidad y posteriormente hacer que estos “iniciados” recluten en cadena a la gran masa que formará la base de la pirámide, hasta que la realidad financiera acabe con los sueños de todos, especialmente de los de abajo -como siempre- (ver artículo “Tener conocimientos de Bolsa”).
Debemos verificar dentro de nuestras posibilidades que la entidad donde depositamos nuestro dinero se ajusta a la legalidad y sobre todo utilizar la lógica que nos advierte de que nadie nos va a dar una rentabilidad “exagerada” con fines altruistas. Todavía se oyen los ecos recientes de la publicidad de Nueva Rumasa y sus pagarés al 8% de interés. La pregunta que nos hacemos es: ¿Aprenderemos algún día?.
La frase que nos acompaña en el día de hoy dice así: “El inversionista inteligente necesita gran fuerza de voluntad para resistirse a seguir como borrego la manada”, anónimo.
Nosotros tenemos la “voluntad” de seguir aconsejando a lectores como usted. Esto será otro día.