El reconocimiento de los errores en la inversión

Queridos inversores, siempre que se participa en los mercados de renta variable existe la posibilidad -al igual que pasa en la vida cotidiana- de cometer desaciertos, órdenes erróneas, inversiones equivocadas por falta de preparación técnica o ser víctima de un cúmulo de negativas situaciones económicas que al final determinen una pérdida de parte o el total del capital destinado a tal inversión. Estas circunstancias adversas lejos de espantar al “pequeño y mediano inversor”, le debe llevar a una sana y psicológicamente necesitada actitud financiera: “El reconocimiento de los errores en la inversión”.

No se trata de creer personalmente que es fácil asumir un grave fallo –o varios- en nuestras decisiones inversoras que pueden haber ocasionado minusvalías más o menos importantes, sino más bien, aceptar que nos hemos equivocado en nuestras decisiones o estrategias diseñadas y aplicadas, por lo que en esos momentos la palabra que más se adecúa a tal fin es la de… HUMILDAD.

La humildad, pero no como acto de resignación inversora y aceptación de nuestra propia incompetencia –que podría llegar a pasar- más bien dicha actitud le debe servir al inversor como aprendizaje para seguir mejorando y no caer en un problema muy común que les suele ocurrir a los inversores noveles y es que suelen alargar las situaciones de pérdidas excesivamente en el tiempo, con la esperanza de su pronta recuperación y cuando ésta no llega, ya han caído en niveles que les ocasionan graves deterioros monetarios en sus carteras.

En las situaciones críticas bursátiles cuando los valores elegidos han entrado en fuertes correcciones y sus cotizaciones bajan un día sí y otro también, el participante en los mercados, debe recordar un ejemplo práctico muy clarificador de las matemáticas de los parqués y es tan simple como que cuando el precio de una acción sufre una caída de un 50%, necesitará una revalorización posterior del 100% para volver a su cota inicial.

Entonces si conocemos el problema y sabemos que existen mecanismos técnicos como las órdenes de Stop Loss –parada de pérdidas- a nuestra disposición para cortar a tiempo las acumulaciones negativas de rentabilidad en el activo elegido… ¿Por qué se suele cometer reiteradamente dicho error inversor?

COMENTARIOS Y CONSEJOS

Existe una gran diversidad de respuestas para la pregunta anterior, pero nos deberemos centrar en la “simple condición humana” y considerar que nuestros mayores enemigos en la inversión podemos llegar a ser nosotros mismos, por nuestra negativa a aceptar el error en forma de elección desafortunada del valor, querencia emocional hacia un sector económico determinado, nivel de capacitación y gestión de la cartera de inversión o lo que es peor, negarnos a reconocer que…¡¡¡ No teníamos razón en nuestra estrategia inversora !!!

Una vez que se ha cometido un error, la actitud responsable para evitar nuevos fallos financieros es la de recapacitar y aprender sobre los fundamentos personales o eventos económicos previsibles esenciales en las inversiones como pueden ser:

  • Revisión de las estrategias de las inversiones realizadas.
  • Cálculo del nivel de oscilación del valor a seleccionar y su volatilidad.
  • Reconocimiento y aceptación de nuestro perfil inversor –conservador, dinámico o agresivo-
  • Ciclos de la economía e influencias externas –recesión, crisis, actitudes políticas beligerantes-
  • Equilibrio en la balanza entre la rentabilidad buscada y el riesgo que estemos dispuestos a asumir para conseguirlo.

Para finalizar destacaremos una situación que suele repetirse de forma habitual en el mercado y que no nos debería incomodar más de lo preciso y es que: “Casi siempre cuando vendemos… al día siguiente sube la cotización del valor”. Bueno pues mala suerte, no deja de ser una eventualidad transitoria y la experiencia nos dice que a lo largo de la vida inversora de cualquier ciudadano o empresa, el respeto “casi espartano” a la estrategia diseñada, suele concluir con futuros buenos momentos bursátiles y mayores beneficios para el inversor.

(Ver artículosLos inicios para la inversión en BolsayLas etapas obligatorias del inversor novel).

La frase elegida para este artículo dice así: “En un mundo sin alma, no existen los pueblos, sino los mercados; no existen las personas, sino los consumidores; no existen las ciudades, sino las aglomeraciones”, Adolfo Perez Esquivel.

Nosotros en Consejos de Bolsa, seguiremos asesorando sobre economía y finanzas para lectores como usted. Esto será otro día.

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