El hecho de tomar la decisión de participar en el mercado de valores para los pequeños inversores siempre debe ser una decisión muy personal y meditada a la que normalmente se habrá llegado mediante un proceso de preparación técnica, estudio del mercado o simple y necesario asesoramiento profesional.
Para invertir en acciones, uno de los atractivos para el inversor puede ser el hecho de recoger parte de los beneficios que reportan los dividendos que suelen repartir algunas de las empresas cotizadas en Bolsa, especialmente las grandes del IBEX35 o llamadas comúnmente en el argot “Blue Chips”. Valores como Telefónica, BBVA, Santander, Inditex o Iberdrola, reparten de forma periódica dividendos para sus accionistas como forma de reparto de los beneficios generados durante un ejercicio empresarial, optando últimamente –algunas de ellas- por realizar ofertas de pago de dividendos en efectivo o en acciones de la empresa según los deseos del tenedor de los títulos.
Para una mejor comprensión de los inversores noveles sobre que significa el cobro de dividendos y que repercusión tiene sobre la cotización del valor elegido, veamos algunas características y circunstancias sobre los dividendos dignas de ser reseñadas y tenidas en cuenta antes de proceder a la compra de acciones:
- Cuando se abona el dividendo: Automáticamente el precio del valor en su cotización lo descuenta, por tanto, lo que se gana en dicho pago se pierde por el menor valor de las acciones en poder del inversor.
- Las empresas que reparten dividendos son las mejores para invertir: No necesariamente, algunas veces grandes grupos industriales o financieros reparten dividendos como forma de mantener la fidelidad del inversor, pero en el resultado final del año, pueden haberlo hecho peor porcentualmente en la revalorización de sus títulos a otras que no reparten dividendos.
- Es mejor empresa la que reparte mayores dividendos: Tampoco es cierto, alguna empresa cotizada al repartir dividendos “excesivos”, en situaciones de crisis económico-financieras, lo que incurren en una descapitalización incorrecta del valor de la misma, no acorde con los menores beneficios esperados –e incluso pérdidas- que solo pretende mantener a sus accionistas, en vez de proceder a la anulación o aminoración del dividendo prometido en pos de una mejor posición financiera que le permita salir adecuadamente de ese periodo empresarial tan negativo.
CONSEJOS SOBRE LOS DIVIDENDOS
Debemos ser conscientes de la situación financiera de la empresa elegida para invertir, así como del ciclo económico en el que se encuentra su sector, posibilidades de negocio, de crecimiento, generación de valor y beneficios o el panorama general de la Bolsa española, otras grandes bolsas europeas y la norteamericana, para tener una visión más clara sobre las posibilidades de éxito en la apuesta inversora. La rentabilidad por dividendo de algunas compañías que cotizan en el mercado de valores estará sometida a variables que dependerá del consejo de administración de turno, las indicaciones o restricciones de organismos de supervisión como el BCE y las directrices económicas de Bruselas o el FMI –en el caso de tener que realizar provisiones-
Por lo tanto, ante la pregunta inicial sobre: ¿Es rentable invertir por el dividendo? Podemos contestar que…¡¡No solo se debe invertir por el dividendo!! Aunque debemos reconocer que en tendencias alcistas continuadas, tras el reparto del dividendo, la cotización suele recuperar su nivel anterior por lo que nos habremos embolsado un dinero y poco después nuestras acciones valdrán los mismo que antes, vamos un buen negocio, siempre que nunca se nos olvide que podría ocurrir lo contrario… ¿Y si tras el reparto del dividendo el precio de la acción baja un 20%?...Por ejemplo.
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La frase elegida para este artículo dice así: “Pocos hombres tienen la fuerza de carácter suficiente para alegrarse del éxito de un amigo sin sentir cierta envidia”, Esquilo.