Aunque bien es cierto que cada entidad de crédito puede solicitar sus propios requisitos, se podría decir que los requisitos para solicitar una hipoteca se dividirían en dos grandes grupos: Personales y Económicos.
Dentro de los requisitos personales destacarían:
- Fotocopia del Documento de Identidad de los solicitantes, pudiendo ser el DNI, el NIF o, siendo cada vez más habitual, el NIE.
- Prueba del Estado Civil, pudiendo ser necesario, dependiendo de la entidad financiera, una prueba registral del mismo.
Por otro lado, entre los requisitos económicos tendríamos:
- Justificación de ingresos: nóminas en el caso de que los solicitantes de la hipoteca sean trabajadores por cuenta ajena, o cualquier otro justificante de ingresos en el caso de que el trabajador sea por cuenta propia. En el caso de que el trabajador por cuenta ajena tenga una antigüedad en la empresa menor a un año es muy probable que le soliciten, además, el contrato de trabajo.
- Declaración de la Renta: generalmente, es necesaria la declaración de la Renta del último año, aunque bien es cierto que algunos bancos o cajas solicitan la de más de un año.
- Documentación adicional: en este punto se puede incluir cualquier documentación que los solicitantes consideren oportuna, como pudiera ser la justificación de otros ingresos adicionales, o la propiedad de patrimonio.
Por último, y sólo en el caso de que el importe de la hipoteca solicitada supere el ochenta por cierto del valor del inmueble, las entidades de crédito suelen incluir dentro de los requisitos para solicitar una hipoteca un patrimonio ajeno o propio que sirva como aval de la operación.
En general, se puede concluir que los requisitos para solicitar una hipoteca no son excesivamente restrictivos, debido a que las entidades financieras desean promover sus servicios y que los posibles clientes no se sientan incómodos a la hora de contratar una hipoteca con ellas.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que en estos momentos nos encontramos en una situación restrictiva en lo que se refiere a la concesión de hipotecas, ya que las entidades financieras temen el riesgo de morosidad que se ha disparado en los últimos meses, con motivo de la crisis.