Muchos expertos opinan que son los ricos los que invierten en stocks, bonos y fondos de inversión colectiva. Son los menos ricos los que tienen tendencia a ahorrar su dinero en cuentas con mayor liquidez como, por ejemplo, los depósitos a plazo fijo o los depósitos estructurados.
La definición del ahorrador
El ahorrador se puede definir como una persona que detrae del gasto pequeñas cantidades de dinero de cuando en cuando. Y no solo el ahorro se produce en pequeños incrementos, sino que lo más normal es que la inversión se realice en productos financieros de bajo riesgo y baja rentabilidad. Este tipo de personas prefieren ahorrar a invertir aceptando un cierto riesgo para lograr un mayor beneficio potencial. No quieren emplear su tiempo aprendiendo a invertir su dinero.
Características de los verdaderos inversores
Tienen los suficientes conocimientos financieros para leer y comprender su balance financiero personal. Las personas que consiguen y mantienen riqueza han tomado el control total de sus gastos y trabajan comprando activos que les ayuden a mantener esa riqueza. Muchos de estos individuos canalizan sus gastos a través de sus negocios con el objetivo de tener la menor cantidad de deudas personales posibles, si es que tienen alguna.
Los ricos escogen buenos asesores financieros y gerentes para que les ayuden a hacer elecciones financieras y de inversión informadas. Sin embargo, aunque contraten ayuda profesional, mantienen el control de todos los aspectos de su inversión, incluyendo cuándo comprar o vender, en qué invertir y cómo convertir sus ingresos en ingreso pasivo y de cartera para controlar su situación fiscal. También controlan su acceso a la información sobre inversiones y crean fundaciones filantrópicas.
Si lo piensas un momento, todas estas características son fáciles de ver en las personas ricas como, por ejemplo, el famoso inversor Warren Buffett. Una de las razones a las que él mismo atribuye su éxito es a que mantiene un control total sobre sus inversiones. Cuando compra en una compañía, por ejemplo, suele comprarla entera o de forma que puede controlar sus intereses, reteniendo así el control sobre su inversión. Tal vez se pueda atribuir a esto el 20% de rendimiento que sus inversiones generan al año.
Tal vez sea el momento de que los simples mortales adquiramos algunas de estas características, para poder extender nuestro campo de acción más allá de las cuentas de ahorro o los depósitos.
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