Tarjeta Ahora BBVA de BBVA

Si has decidido abrir una Cuenta Online de BBVA, habrás observado que el contrato de prestación del servicio incluye una tarjeta de débito o crédito:  La Tarjeta Paga Ahora de BBVA, la cual es inseparable del anterior producto.

En primer lugar, las ventajas

La Tarjeta Paga Ahora de BBVA, es una VISA, lo que quiere decir que podrás comprar en la mayoría de establecimientos del mundo; por otro lado, este banco te ofrece, en función de tus características como cliente, o bien una tarjeta a débito, que puedes utilizar siempre que tengas saldo en la cuenta asociada o a crédito, que te permite un límite a disponer.

Además, aunque tienes que ser cuidadoso con ella y con el número secreto que permite operar, esta entidad te permite la retirada de efectivo, en caso de robo, a través de una clave personal y de duración limitada, de esta manera evitarás muchos dolores de cabeza.

En segundo lugar, los gastos

La cuota anual es de 18 euros, eso sí, tienen una promoción en que el primer año es gratis; por otro lado, existe un límite de disposición en cajeros de 600 euros diarios, además de una comisión por duplicados de 3 euros.

Respecto a las retiradas de efectivo y otras operaciones, son gratuitas si las realizas en cajeros de la propia entidad, de un 1,2% si lo haces en Servired o del 4% en caso de entidades en el extranjero y la UE (no euro); además, las consultas en cajeros que no sean BBVA conlleva una comisión de 0,60 euros y por utilizarla fuera de la zona euro, el 3%.

En tercer lugar, a tener en cuenta

Como en casi todos los contratos bancarios, TU eres el responsable de esta tarjeta y de todas las asociadas a las cuentas de las que seas titular, por tanto, si te la roban o la usan fraudulentamente, cuanto antes des el aviso mejor; ten en cuenta que si se pudiera demostrar negligencia por tu parte, el banco puede eximirse de responsabilidad.

Por otro lado, respecto al tratamiento de los datos, al igual que sucede con otros productos financieros, el banco se reserva poder utilizarlos para fines comerciales o estadísticos, A NO SER QUE EL CLIENTE NO ESTE DE ACUERDO, para lo cual, debe comunicarlo a la firma del contrato o en un momento posterior.

Cuarto y último, cuál elegir

Pues dependerá de si quieres pagar intereses o no, dentro de las opciones que te ofrece la Tarjeta Paga Ahora de BBVA tenemos:

Tarjeta de Débito, en ella podrás comprar o retirar efectivo, hasta el límite del saldo de tu cuenta asociada y no te cobrarán ningún tipo de interés por utilizarla, esta tarjeta es la más habitual si lo que queremos es sobre todo retirar efectivo y comprar de vez en cuando.

Tarjeta de Crédito, en ella el banco te concede un límite de disposición, que es independiente del saldo de tu cuenta, de manera que podrás comprar e incluso retirar efectivo, hasta dicho límite, eso sí, te van a cobrar comisiones e intereses por ello. Está indicada para aquellos que quieran comprar a plazos o que no quieren tener un problema puntual de liquidez.

En definitiva, este producto tiene las ventajas de cualquier tarjeta de débito o crédito, eso sí, lo cierto es que hay en el mercado otras, como puede ser la de ING, que no suelen conllevar comisiones, pero te obligan a mantener saldos mínimos. En este caso, lo compensan con una cuota no muy alta y unos gastos asociados moderados.

Opinión del Experto

Estamos ante un producto financiero, la Tarjeta Paga Ahora de BBVA, que en sus dos versiones, de débito y de crédito, permite hacer compras o contratar servicios y retirar efectivo de los cajeros automáticos; estas tarjetas van asociadas a una cuenta corriente o de ahorro, de la que son inseparables.

La de débito, no conlleva más gastos que las cuotas anuales y las comisiones establecidas, ya que no hay importes a devolver a la entidad, debido a que el dinero de que disponemos es el propio saldo de la cuenta.

Las de crédito, ofrecen un límite de disposición, tanto para retirar efectivo, como para compras y pagos; el banco ofrece al cliente varias opciones para devolver dicho crédito, o bien se hace de forma fraccionada o diferida en el tiempo.

Cuando optamos por el pago diferido, en este caso, el banco nos cobra al final de período acordado, normalmente el mes siguiente, una cantidad que incluye el capital y los intereses generados, calculados multiplicando ese capital, por el tipo de interés diario y el número de días hasta el vencimiento. La ley financiera será de capitalización simple.

Cuando decidimos fraccionarlo, normalmente existen varias modalidades, la más habitual es que el cliente paga una cuota periódica que suele ser la misma; sería una modalidad similar al préstamo francés (como una hipoteca), de tal manera que iremos amortizando capital y pagando los intereses del que permanece vivo.

En otras formas de fraccionamiento, podemos encontrar cuotas constantes de amortización de capital, el llamado préstamo italiano, en este caso, las cuotas totales (capital e interés), no van  a ser fijas, sino que fluctuarán.

En las opciones fraccionadas, la ley financiera a aplicar será de capitalización compuesta, ya que al ir reduciendo el capital pagaremos menos intereses cada vez.

El tipo de interés a aplicar podrá ser fijo o variable, este último normalmente indexado con indicadores como el EURIBOR.