La palabra riesgo suele estar unida a la inversión, sobre todo, cuando el inversor está pensando en utilizar parte de sus ahorros o capital con la noble finalidad de intentar y lograr conseguir una mayor rentabilidad que la que se puede obtener actualmente con los tradicionales depósitos a plazo o cualquier otro instrumento financiero de renta fija “pura y dura”.
Como ya hemos comentado en artículos anteriores de esta sección de Consejos de Bolsa, las decisiones de inversión deberán ser meditadas, estudiadas y adaptadas al perfil propio del nuevo participante en el mercado. Pero todo ello, no debe perjudicar el momento adecuado para intervenir de forma activa en la compra de cualquier producto financiero, por tanto, el factor tiempo también juega su importante papel a la hora de lograr el éxito inversor.
Si partimos de la base de que la rentabilidad tiene un riesgo adecuado a su nivel, todos debemos entender que el mercado no nos va a regalar su dinero y para esto, existe ya una famosa frase antigua pero muy acertada que dice: “No existen duros a cuatro pesetas”, (realizar la conversión a euros). Pues, muchas veces en nuestra vida financiera y de forma imperceptible es el factor tiempo el que nos puede hacer ir perdiendo dinero sin que los dígitos de nuestra cuenta de ahorro lo demuestren. Veamos un ejemplo:
- Ahorrador que desea NO correr ningún riesgo: Su dinero sufre de forma anual una pérdida del poder adquisitivo debido a la inflación, por tanto, sigue teniendo la misma cantidad de capital pero no puede comprar los mismos productos o bienes de consumo que hace unos años. Debemos recordar el precio que tenían tiempo atrás una barra de pan, un cartón de leche, un billete de tren o una entrada del teatro. Esta situación le puede haber producido al ahorrador una pérdida patrimonial aproximada del 20% en 10 años.
- Ahorrador que reinvierte sus beneficios: Si invirtió una cantidad cercana a los 1.000 euros en el año 2004, con una rentabilidad media del 3,5%, habrá llegado al presente año 2014 con un capital próximo a los 1.410 euros. Con este sistema de reinvertir las plusvalías de forma metódica durante un largo periodo temporal, el ahorrador consigue mantener su poder adquisitivo consiguiendo un adecuado rendimiento positivo de su dinero.
CONSEJOS PARA AHORRADORES / INVERSORES
La situación de lenta recuperación de las economías europeas sobre todo en los países periféricos de la zona euro es un hecho y las últimas medidas adoptadas por el Presidente del Banco Central Europeo –BCE- Mario Draghi, con bajadas de los tipos de interés hasta niveles de mínimos históricos y promesas de estímulos para fomentar el crecimiento económico y financiero parecen ser del agrado de los mercados de renta variable, lo se traduce en varias sesiones continuadas de subidas en los índices bursátiles.
AHORRADORES: Ante esta actual situación financiera, los ahorradores deben plantearse la posibilidad de trasladar parte de sus inversiones hacia fondos de inversión u otros productos que estén compuestos por algún porcentaje en renta variable, dado que los depósitos bancarios tradicionales no obtienen una rentabilidad superior al 1,3%.
INVERSORES: Para los nuevos inversores, sus apuestas bursátiles no deben superar el 25% de productos en renta variable, mixtos, depósitos estructurados y otros productos que desde hace unos meses proporcionan rentabilidades cercanas al 10% o 15%, éstos instrumentos de inversión pueden revertir su tendencia alcista provocada por una fuerte corrección del mercado que empieza a subir de forma vertical… ¡¡Precaución!!…
Siempre solemos recordar para nuestros “pequeños y medianos inversores”, que si alguna entidad financiera o particular nos ofrece unas rentabilidades muy superiores a la media, y además, nos asegura que no existe riesgo… simplemente… Nos estará engañando.
Por último, no olvidemos que: “Tiempo, riesgo y la inversión”, son factores prioritarios a tener en cuenta para poder llegar algún día a ser unos ahorradores o inversores de éxito financiero y gozar de una excelente satisfacción personal.
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La frase elegida para este artículo dice así:
Si se quiere ascender por cuestas empinadas, es necesario al principio andar despacio.
William Shakespeare