En esta sociedad de alto e inmediato consumo en la que vivimos, el sueño de llegar a conseguir la riqueza o por lo menos un buen nivel adquisitivo para poder adquirir bienes diversos o cualquier capricho vital de forma liberada de ataduras financieras, es muy común casi en toda la población, y por supuesto, entre los participantes como inversores en los mercados de valores.
Pero para conseguir ese loable objetivo de la autosuficiencia económica y financiera, los “pequeños y medianos inversores” deberán antes tener claro algunos conceptos que les pueden ayudar de forma efectiva a lograr los éxitos deseados mediante “algunos dardos financieros”. La aplicación correcta de dichos dardos es parte del camino a recorrer en la búsqueda de la generación de activos y recursos monetarios que al final les llevará a un nivel de riqueza adecuado si han sido capaces de ser disciplinados y consecuentes con los objetivos a alcanzar.
Veamos en qué consisten estos conceptos necesarios e importantes para lograr el éxito en el ahorro y la inversión:
- La planificación estratégica de tus finanzas: Es esencial tener una estrategia previa y una planificación adecuada a nuestro nivel de riesgo y capacidad de gestión antes de proceder a realizar cualquier apuesta inversora. Esta planificación deberá ser realista con nuestras posibilidades financieras y siempre reflejará unos futuros sueños monetarios sensatos y ajustados a la realidad inversora de cada individuo.
- La formación técnica del inversor: Como refleja el dicho…“soñar es gratis”, pero aquí, no estamos pensando en soñar… sino más bien… de invertir e invertir bien, por lo que la formación e instrucción del inversor es tarea necesaria para conocer el mundo en el que se mueven sus inversiones, sus beneficios y riesgos, así como la necesaria adaptación de su cartera de inversión a los movimientos del mercado.
- La opinión personal sobre el dinero: Parece obvio que cualquier persona que invierte en el mercado por lógica busca conseguir mayores beneficios financieros y monetarios, pero existen inversores que por sus creencias pueden relacionar la especulación en Bolsa con algo moralmente pernicioso. En estos casos el futuro inversor indeciso, deberá realizar un planteamiento personal previo sobre los productos financieros que se adecuan a sus convicciones morales “para tener muy claro donde se mete” y poder generar una eficaz e imprescindible mentalidad inversora en el caso de tomar la decisión de participar en los mercados.
- El propio control de gestión en las inversiones: La economía familiar al igual que las inversiones en los mercados de valores deberían estar siempre en manos del propio ahorrador o inversor, no obstante, la complejidad de algunos activos financieros obligan a dejar esa función de gestión a los profesionales debidamente autorizados que por su formación y medios, están más capacitados para conseguir mayores beneficios y aminorar los riesgos asumidos a cambio de unos gastos de gestión o administración.
REFLEXIONES Y CONSEJOS PARA EL INVERSOR
La consecución del éxito inversor siempre será una tarea compleja y difícil ya que los mercados están creados para obtener el dinero ajeno en intercambios mediante la compra-venta de productos financieros, por lo que evidentemente, nunca es fácil la consecución final de las soñadas plusvalías que nos puedan permitir tener en caso de éxito, en un futuro más o menos lejano, un nivel económico-financiero incrementado de forma considerable.
Con estas premisas reseñadas con anterioridad, la actitud del inversor deberá ajustarse a conseguir un máximo control de sus propias finanzas personales que le puedan liberar en periodo temporal razonable de “los aciertos y errores de otros”, en la búsqueda necesaria, psicológicamente beneficiosa y disciplinadamente constante de… ¡¡¡ La total libertad financiera !!!
Las preguntas finales que de manera individual e íntima nos debemos plantear cada uno como inversores potenciales son las siguientes: ¿Seré capaz algún día de controlar mis finanzas personales?… ¿Lo soy actualmente?…
Artículos relacionados:
La frase elegida para este artículo dice así: “Aquel que no disponga de previsión y subestime al enemigo será, sin duda, apresado por él”, Sun Tzu.