Para intervenir en los mercados de valores el inversor deberá realizar la compra de acciones de empresas cotizadas en Bolsa, con la lógica finalidad de venderlas pasado un periodo temporal más o menos largo y conseguir unas buenas plusvalías. A cambio, tendrá que asumir un grado de riesgo apropiado y adecuado a sus características particulares como pueden ser a su perfil inversor.
A lo largo de las sesiones bursátiles, se intercambian entre los inversores gran cantidad de acciones de múltiples empresas y distintos sectores financieros e industriales, constatándose que la mayoría de estas acciones corresponden a las denominadas acciones ordinarias, no obstante, existen otro tipo llamadas acciones preferentes. Hoy para los “pequeños y medianos inversores” vamos a repasar en qué consiste cada una de ellas y cuáles son sus características principales:
- Acciones ordinarias: Esencialmente este tipo de acciones dan derecho al titular a recibir parte de los beneficios en forma de dividendos, recibir la parte proporcional que le corresponda en caso de liquidación de la empresa, la suscripción preferente de nuevas acciones e incluso obligaciones convertibles en acciones, realizar acto de presencia en la Junta General de Accionistas y proceder a su voto sobre los distintos aspectos que afecten a los acuerdos sociales de la misma.
- Acciones preferentes: Este tipo tiene unas condiciones específicas en cuanto a los derechos de sus propietarios y pueden ser nominativas, rescatables o hasta pueden tener denegado el derecho al voto societario. Las emisiones de este tipo de acciones no son tan frecuentes en el mercado de valores de la Bolsa española.
Dentro del lenguaje utilizado comúnmente en los parqués bursátiles, deberemos conocer algunos términos o apodos referidos a otros muchos valores cuando se quiere indicar algunas de sus características especiales, determinado comportamiento o su nivel de riesgo como son las siguientes:
- Acciones defensivas: Su principal virtud radica en la estabilidad de los precios de sus acciones, que no sufren como otras, las fuertes fluctuaciones de los mercados lo que hace que no recojan totalmente las subidas en tiempos de movimientos alcistas, pero a su vez, se protegen con caídas más leves en tiempos convulsos y de corrección de precios. Se pueden incluir en este apartado las acciones de empresas de servicios básicos como agua, luz, gas, consumo, etc.
- Acciones de crecimiento: Aquí se reflejarán las empresas de tecnología, innovación, Internet, aplicaciones para telefonía, etc. Sus principales características son la posibilidad de ofrecer altos rendimientos en un breve periodo de tiempo, asumiendo conscientemente el inversor el alto riesgo que conlleva el posible fracaso del proyecto empresarial expuesto diariamente a una gran competencia tecnológica.
- Acciones cíclicas: Son las de empresas vinculadas a la situación actual o cercana de la economía, lo que les convierte en termómetros de la actividad industrial o de servicios, mediante el incremento de la demanda de sus productos en periodos determinados por los ciclos económicos a los que se adaptan. En situaciones de economía saneada y crecimiento estable, se suelen beneficiar empresas del tipo construcción, automóvil, materias primas, industria, líneas aéreas o empresas de ocio.
ACCIONES DE ESTABILIDAD O RIESGO INVERSOR
Para un mejor conocimiento de los criterios de clasificación de los distintos tipos de acciones, también será conveniente que el inversor menos experimentado conozca que existen acciones de los valores denominados Blue Chips, grandes empresas como Telefónica, Santander, BBVA, Iberdrola… Consistentes en tener una buena solidez económica, excelente colocación en su nicho de mercado, alta ponderación bursátil, elevada liquidez o reparto periódico de dividendos debido a su habitual y constante generación de beneficios.
Otro tipo de acciones que deberemos conocer son las denominadas “acciones de valor” – value stocks – que son las de empresas que en un momento determinado se encuentran puntualmente en precios excesivamente bajos para sus números económicos o situación financiera. El inversor “value” buscará comprar este tipo de acciones cerca de mínimos con la esperanza fundada de que volverán a recuperar sus “precios normales” pasado un periodo de medio-largo plazo.
Por último, existen en los mercados las acciones llamadas “chicharros” que como su nombre indica, no presentan más aval bursátil que pertenecer a empresas de pequeño tamaño, baja capitalización, alta especulación, fuerte fluctuación de precios y excesivo riesgo no apto para los nuevos inversores. Estos últimos, poco a poco mediante su aprendizaje diario y su constancia serán capaces de poder elegir de manera adecuada entre los distintos… “Tipos de acciones y sus características”.
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La frase elegida para este artículo dice así: “Mi sueño es el de Picasso; tener mucho dinero para vivir tranquilo como los pobres”, Fernando Savater.