Trabajo y Felicidad

Cuando la excitación que sentimos al comenzar un nuevo trabajo va desapareciendo y el día a día ya no es tan estimulante como solía ser, podemos terminar sintiéndonos confusos, deprimidos o decepcionados. O tal vez has estado haciendo el mismo trabajo durante años y ahora tienes la fantasía de hacer algo totalmente distinto. Sea cual sea la causa de la crisis laboral que puedas estar atravesando, te propongo cuatro pequeños consejos para encontrar el camino de la felicidad en el trabajo a largo plazo.

Examina tus sentimientos

Si te sientes atrapado en tu trabajo, reconocer y aceptar ese sentimiento es un buen primer paso en la dirección correcta. Pregúntate cómo te gustaría que fuera tu trabajo. ¿Qué es lo que te molesta de la situación actual? ¿Es algo que puede cambiar con el paso del tiempo? ¿Algo que puedes hablar con tu jefe? Tal vez haya otra manera de hacer las cosas que te resulte más satisfactoria. Normalmente, los primeros años en un puesto de trabajo son difíciles. Lleva un tiempo aprender las tareas requeridas y empezar a sentirse cómodo. También es duro empezar desde abajo. Pregúntate si lo único que necesitas es una mayor adaptación al puesto o si realmente es un trabajo que no se adapta a tu personalidad.

Mantén una actitud positiva

Incluso aunque llegues a la conclusión de que no encajas en tu trabajo, intenta evitar que esos sentimientos negativos te amarguen la vida. Si estás deprimido y sintiendo lástima por ti mismo, lo más probable es que acabes todavía peor. Habla con alguien en quien confíes fuera del trabajo, como tu pareja o un amigo, pero intenta llevar adelante tu jornada laboral lo mejor posible. Encuentra cosas positivas con respecto a tu puesto en las que puedas centrarte. Incluso aunque te sientas mal, intenta sonreír de vez en cuando, porque aunque parece un concepto algo «new age», sonreír libera estrés y puede lograr que nos sintamos mejor.

Haz planes en tu tiempo libre

Sigue haciendo tu trabajo lo mejor que puedas, pero en tu tiempo libre haz planes para llevar a cabo una transición. Pregúntate muy seriamente cuáles son tus capacidades y aptitudes y qué tipo de trabajo te gustaría hacer. Busca puestos a los que te puedas adaptar mejor. También sería una buena idea que encontraras a alguien que trabajara en lo que tú quieres hacer para conversar con él, hacerle preguntas y escuchar sus consejos y opiniones.

Respira hondo

No hagas locuras. Si te despides de tu trabajo en el momento en que empieza a dejar de parecerte satisfactorio, la presión para lograr uno nuevo a toda prisa te puede llevar a aceptar otro trabajo poco estimulante. Quítate presión y empieza a hacer planes. No des el salto a no ser que tengas claro que vas a caer en un puesto mejor que el que tienes ahora.

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