En el mundo del trading son muchas y constantes las ocasiones donde el inversor se ve abocado a tomar decisiones que, no terminan de ser tan claras como se prevén en los manuales destinados a tal tipo de operativa inversora del corto plazo más agresivo. En su búsqueda por encontrar ventajas los pequeños y medianos inversores intentarán localizar las condiciones más perfectas e idóneas para operar en su rápida y estudiada estrategia de compra-venta de acciones.
Cuando los distintos indicadores técnicos les marcan a los inversores un sinfín de datos y no todos coinciden de forma evidente, con el punto exacto para operar es muy posible permanecer minutos u horas esperando sin realizar ningún movimiento hasta que una docena de indicadores y osciladores más medias móviles exponenciales, MACD, RSI, TRIX…etc., les genere una señal nítida de entrada o salida del valor. Son momentos de mirar de forma insistente los gráficos –charts– para comprobar que es muy común y corriente que mientras unos indicadores nos marcan datos positivos, otros por el contrario podrían advertir de un próximo cambio negativo para sus intereses y estrategia financiera.
Esperar que todos los indicadores en sus gráficos determinados realicen una “conjunción planetaria perfecta”, para el inversor que opera mediante trading es como soñar despierto y los más veteranos en estas lides son conscientes de que algunas señales contrarias pueden ser interpretadas como buenas confirmaciones para realizar sus propios movimientos especulativos.
La fuerte, disciplinada y responsable mentalidad de cada inversor será tan importante a la hora de participar en los mercados de renta variable, vía trading, como lo pueda ser su buena técnica y formación inversora. El objetivo esencial y primordial es ganar dinero en la Bolsa y conseguir los mayores rendimientos por el capital destinado a este tipo de producto financiero de inversión de corto plazo.
PSICOLOGÍA INVERSORA Y ESTADO DE ÁNIMO DEL MERCADO
Se suelen atribuir a los mercados de valores una especie de humanización o por lo menos, unas conductas propias de la condición humana en cuanto a sentimientos, movimientos y cambios de humor, en una búsqueda improductiva de intentar entender todos sus movimientos sobre todo en situaciones de estrés bursátil, cambios bruscos de tendencias, fuertes correcciones de precios o en los mejores casos, importantes ascensos en las cotizaciones en situaciones de gran euforia y alegría generalizada en los parqués. Este trato personalizado de muchos inversores hacia los mercados quedan reflejados en frases tan usuales como puedan ser: “El mercado ha tomado beneficios”… “Las Bolsas se animan con subidas pronunciadas”…etc.
El hecho de que en los mercados bursátiles se marquen pautas repetidas con anterioridad en su recorrido histórico habilita a muchos inversores menos avezados, a pensar que sus movimientos serán los previstos y calculados olvidando a veces, que el trading no tiene nada de “humano” y la comprensión del mismo debe ser una tarea profesional que comprenda entre los muchos valores técnicos el más fundamental y en ocasiones menos entrenado y no es otro que: “La propia psicología del inversor”.
Los buenos inversores cuanto antes entendamos al mercado bursátil solo por lo que es (un mercado de valores “sin sentimientos”), antes empezaremos a operar en él de forma fría, calculadora y eficaz. De esta forma, nunca lo necesitaremos para: “Trading… Buscando la perfección”.
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La frase elegida para este artículo dice así:
La mayoría de los pequeños especuladores toman posiciones demasiado grandes.
Monroe Trout