Queridos inversores, la historia de las bolsas mundiales se encuentra plagada de situaciones o hechos financieros puntuales que han ocasionado grandes beneficios para unos pocos privilegiados y numerosas pérdidas para “la gran masa de pequeños y medianos inversores”, esto ocurre desde la misma creación de los mercados de valores y al parecer seguirá ocurriendo por mucho que nos afecte gravemente al bolsillo.
Asistimos estas últimas jornadas a: “La triste salida de Facebook en Bolsa”, según está evolucionando la situación en el mercado del Nasdaq de la famosa empresa tecnológica de redes sociales Facebook, quien ha levantado la inquietud de numerosos inversores ante las expectativas creadas antes de su comienzo a cotización en Bolsa. La euforia despertada en las vísperas bursátiles ha terminado en apenas unas sesiones y todo el mundo financiero del otro lado del Atlántico se pregunta: ¿Habrán sido excesivas las valoraciones previas a la colocación de las acciones?
La red social realizó un desplome en Bolsa el segundo y tercer día de cotización con caídas cercanas al 10%, por lo que de una valoración próxima a los 81.000 millones de dólares iniciales, se pasó dos días después de su debut a una cifra de 53.000 millones de dólares acabando con las ilusiones y expectativas de muchos inversores que atraídos por la gran campaña de marketing que suele acompañar a este tipo de colocaciones, vieron como de alguna manera su apuesta tecnológica se estaba convirtiendo en humo.
Todas las miradas de la prensa americana se dirigen especialmente al papel desarrollado por la empresa Morgan Stanley como –entidad colocadora y cuidadora del valor-, que al parecer, anteriormente a la salida a Bolsa de Facebook, podía haber “avisado” a varios grandes accionistas institucionales de la empresa, alertándoles sobre la rebaja en las previsiones de ingresos del negocio de la red social sobre todo en la publicidad vía móviles.
El día del comienzo de cotización de Facebook se realizó con precio de salida de 38$ en la oferta pública, situándose en la parte más alta de la horquilla de precios establecidos de 34$-38$ por acción, se habían puesto a la venta unos 180 millones de acciones para minoristas, más otros 241,2 millones de acciones preferentes, dedicadas para “las manos fuertes de la compañía” donde se incluyen las del propio fundador y presidente ejecutivo Mark Zuckerberg.
En su primera sesión bursátil del viernes, las acciones de Facebook a primera hora llegaron a cotizar hasta un máximo de 45$ por título, pero a lo largo del trascurso de dicha jornada, el valor se fue “desinflando” hasta cerrar sobre los 40$ con una ganancia mínima que eclipsó la puesta de largo tan esperada y publicitada de la empresa tecnológica. En esa misma sesión, Morgan Stanley intentó mantener los precios de las acciones para tratar de impedir un desplome de los títulos, que de todas formas, se produjo en las dos siguientes jornadas de Bolsa.
COMENTARIOS Y CONSEJOS
La salida a Bolsa de Facebook ha sido la tercera más grande en la historia de los mercados de Estados Unidos y ha convertido al joven Zuckerberg en un hombre multimillonario a sus 28 años de edad. Lejos queda el abandono de sus estudios en la prestigiosa Universidad de Harvard, donde junto a varios compañeros ideo una forma de red social de contactos dedicados para los propios alumnos de dicha institución educativa y que varios años más tarde le ha proporcionado la posibilidad de entrar según la revista Forbes…entre los 35 millonarios más grandes del planeta.
El desarrollo posterior de la cotización de Facebook le ha llevado a realizar un mínimo de 30,94$ en la sesión de este martes pasado, lo que ha ocasionado una demanda judicial de un grupo de accionistas contra el presidente ejecutivo Zuckerberg y varios bancos colocadores, entre ellos Morgan Stanley, dado que consideran que esta última empresa financiera escondió o silenció para los “pequeños y medianos inversores”, sus estimaciones y cálculos que pronosticaban un menor crecimiento e ingresos derivados de las menores ventas en su web, a la que se accede cada vez más por los usuarios –aproximadamente 900 millones de personas- mediante dispositivos móviles, cuando su negocio de publicidad no está en la actualidad convenientemente desarrollado. Fuente: www.europapress.es
Como venimos insistiendo habitualmente en esta sección dedicada especialmente al pequeño inversor, se debe tener mucha precaución a la hora de acudir a las ofertas públicas iniciales de acciones – OPI- ya que estas suelen ir acompañadas de un gran “ruido mediático” o publicitario, valoraciones interesadas, grandilocuentes editoriales sobre previsiones de beneficios y diversas referencias exageradas sobre la oportunidad única de dicho negocio bursátil que supuestamente generará en el futuro fuertes revalorizaciones. Solo tenemos que tirar de hemeroteca periodística y volver a los famosos días de la creación de la burbuja.com, entre los años 1995 hasta el año 2000 y ver como terminaron las cotizaciones de dichas empresas en marzo de 2003…!!! En este negocio toda precaución es poca!!!
(Ver artículos “Las etapas obligatorias del inversor novel” y “Puntos adecuados para entrar en acciones”).
La frase elegida para este artículo dice así: “Quien vive con más desahogo no es el que tiene más, sino el que administra bien lo mucho o poco que tiene”, Angel Ganivet.
Nosotros en Consejos de Bolsa, seguiremos la actualidad de los mercados para lectores como usted. Esto será otro día.